La puerta que dividía el mundo de los vivos con el de los muertos había sido destruida. El brujo, con el maléfico libro en su mano derecha reía de satisfacción. De repente, el portal y la realidad misma comenzó a retorcerse. Los cadáveres comenzaron a salir del más allá. Éstos, emitían un inhumano quejido que era capaz de enloquecer a la más equilibradas de las mentes. Miraron al hechicero y se abalanzaron contra él. ¿Cómo era posible que lo que se suponía que sería su nuevo ejército se levantara en su contra?, ¿qué había hecho mal? Una grotesca batalla comenzó. A pesar de poseer grandes conocimientos en magia negra, sus fuerzas iban mermándose a cada segundo que pasaba. ¿Cuánto más podría aguantar? Era cierto que la Tierra iba a conocer un nuevo reinado de oscuridad, mas era muy posible que nadie pudiese tomar control de la situación. El apocalipsis estaba a punto de llegar….
Bienvenido al universo de Idolatry.
El 25 de marzo de 2016, el sello Humanity’s Plague Productions lanzó al mercado el primer L.P del combo de Black Metal canadiense Idolatry. Ahora, Broken Tomb echa la vista atrás para traeros la reseña de «Visions from the Throne of Eyes». ¿Preparados para descubrir o recordar este disco?, espero que sí, porque tanto si lo estáis como si no allá vamos.
El line up que grabó el susodicho asalto fue: Lycaon Vollmond (guitarra), Daemonikus Abominor (batería), Nox Invictus (guitarra), Lörd Matzigkeitus (voz), Fulgur Exorcista (bajo).
Lo del plástico que hoy nos atañe es cuanto menos curioso. Cuando se cree que la tónica imperante será la mediocridad, acaban por reventar con algo realmente bueno en cada corte. Es cierto que no todo el asalto está a gran nivel, pero gracias a los diversos momentos de calidad, uno solo puede hacer lo siguiente: disfrutar y obviar los instantes menos inspirados. Otro gran punto a su favor son los constantes cambios que sufren las tonadas. Señores, los de Canadá saben de sobra como estructurar una canción. Tan solo deben pulir más las «hachas» para que la calidad no baje ni un ápice en ningún momento.
La producción es tosca, mas no absurda. Personalmente me ha encantado el tratamiento al sonido de batería, sobre todo el de los bombos. Al fin alguien se acuerda que éstos tienen que sonar más grabes que la caja. A su vez, añaden un artwork cuanto menos inquietante.
Los riffs, cargados de maldad os desollarán vivos. Los hallamos disonantes, gélidos, fluidos, a una cuerda, a doble armonía y pausados.
En el apartado vocal, la labor de Lörd Matzigkeitus es digna de ovación. Este hombre aúna a la perfección sus predominantes shrieks con pinceladas de tonos más cercanos al Death Metal y clean vocals siniestras.
Como comentaba un poco más arriba, los parches me han sorprendido gratamente, sobre todo por cómo se oyen. El equilibrio entre celeridad y contundencia es perfecto.
Oh, se me olvidaba. Amigos amantes de las bass line con presencia, atentos que aquí el bajo tiene carácter.
Personalmente destacaría «Visions from the Throne of Eyes (Pt. II)» y «Tiamatic Winds» por las siguientes razones:
¿Queréis canjes de camino a mansalva? pues ponedle atención a «Visions from the Throne of Eyes (Pt. II)».
«Tiamatic Winds» es violencia en estado puro.
Camaradas, aquí hay madera. El tiempo dirá si saben avanzar y mejorar su propuesta o quedarse tan solo en ráfagas de genialidad.
Nota: 6,5
Autor: Chus
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