Como bien es sabido, la ambición del hombre no tiene medida. Nada jamás puede contentar su sed de poder y dominación. Tanto fue así, que liderados por el Rey Maj intentaron arrebatarle el control del mundo a los dioses. Millones de ejércitos pelearon valerosamente en una contienda que estaba perdida antes de comenzarla. Los campos, plagados de cadáveres, se tornaron tan rojizos como los ríos. El planeta entero despedía un profundo hedor a muerte. Los hacedores, conscientes de que no todas las personas tenían el alma corrompida, decidieron hacer una criba. Al acabar la lucha que fue conocida por siglos como » la guerra contra la fe», solo quedaron aquellos que eran puros de corazón. Aunque, ¿cuántas generaciones nacerían así?…
Bienvenidos al universo de Incursed.
El 25 de septiembre de 2017, el combo de Viking Pagan Folk Metal Incursed publicó de forma independiente su cuarto trabajo «Amalur».
Su line up es: Jon Koldo Tera (teclado y voz), Lander Lourido (guitarra), Oier Calvo (guitarra), Mikel Llona (bajo), Asier Amo (batería).
Jamás el tipo de música que ejecutan los del País Vasco ha sido santo de mi devoción. De hecho, antes de empezar a catar el disco que hoy protagoniza estas esquelas, me esperaba lo peor. Esa sensación se acrecentó cuando vi que encima me iba a enfrentar a casi una hora de este género. Sin embargo, para mi alegría y sorpresa, he de confesaros que su escucha me ha resultado mucho más amena de lo que nunca podría haber imaginado. Ahora bien, después de dar mi opinión completamente subjetiva sobre el disco en cuestión, ¿qué os parece si pasamos a la parte objetiva y real de la review? Amantes de lo pagano, necesitáis oír esta obra. Como no podía ser de otra forma, las composiciones están plagadas de dobles armonías y escalas mayores, ejecutadas con una convicción y poderío que asustan. Es necesario recalcar que el concepto de fisura o mediocridad sonora no existe. Nada sobra ni falta a lo largo de los 12 cortes que componen el Long Play. Aquí todo está en su sitio, desde una producción nítida, a un artwork evocador. Bien, muy bien, sí señor.
Hímnicas, dramáticas y sobre todo melodiosas son las «hachas». Hallamos los riffs fluidos, marcados, con pinceladas de una cuerda y disonancias. Asimismo, como decía anteriormente, existe mucha doble armonía – perdón por repetir, mas creo que era necesario volver a ponerlo, ya que ahora hablamos de las seis cuerdas y sus características-. No os faltarán solos, tanto de teclados como de guitarras.
Amplio espectro el que existe en el apartado vocal. Podréis deleitaros tanto con growls, como con barítonos rasgados, coros enérgicos y voces limpias masculinas y femeninas.
La percusión tiene un perfecto equilibrio entre contundencia y celeridad. Ah, por cierto, ojo a los bombos y a las ráfagas de blast beats.
Destacaría la feroz a la par que cambiante ‘Psalm of the Accursed’ como lo mejor del álbum.
Si para alguien como yo que odia a muerte esta rama del Metal le ha parecido bueno el asalto del cual se ha hablado en esta crítica, para aquellos que lo adoran les resultará genial. Fans de Finntroll, Ensiferum o Children Of Bodom alucinaréis con este plástico.
Nota: 7
Autor: Chus
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