En el año 2014 se formó la banda francesa de Death Metal Melódico, Aephanemer, como un proyecto en solitario de Martin Hamiche. Tras lanzar un EP, titulado “Know Thyself”, el proyecto se convirtió en una banda al incorporarse Anthony, Marion y Mickaël, lanzando su primer álbum de larga duración “Memento Mori”, en el año 2016. Tras unos meses después del lanzamiento, Luci entró en la agrupación como la nueva bajista y después de tocar durante varios festivales en los siguientes años, entre los que se encuentra el Wacken Open Air, finalmente, el próximo 22 de marzo verá la luz su segundo álbum, llamado “Prokopton”.
Aephanemer está formado por Martin Hamiche (guitarra principal), Marion Bascoul (voz, guitarra rítmica), Lucie Woaye (bajo) y Mickaël Bonnevialle (batería).
Si el primer disco de Aephanemer ya me dejó sorprendido por la calidad de las composiciones y la ejecución de sus miembros a sus instrumentos, “Prokopton” esperaba que no fuera menos, y efectivamente, este trabajo continúa en la misma línea que su antecesor, y aunque es cierto que no contiene una gran evolución con respecto a aquel, si que contiene la misma calidad compositiva.
A lo largo de ocho canciones y una duración total de 44 minutos nos encontramos ante riffs tan agresivos como melódicos; aquí no estamos ante un trabajo de Death Melódico noventero al estilo de Dismember o At The Gates, sino que más bien se encuentra más cercano a bandas como Be’lakor o Insomnium, y aunque por increíble que parezca, también le encuentro cierta similitud al «1184» de Windir, sobre todo a lo largo del último tema ‘If I Should Die’. Incluso en esta ocasión han añadido elementos de música clásica, tanto a nivel de harmonías como a nivel de las propias melodías, además, nos encontraremos con pasajes instrumentales, que ayudan a dinamizar el disco y algunas orquestaciones que le dan un aire épico y grandilocuente. Lo que si debo incluir como nota negativa es que las estructuras y melodías son muy similares entre sí, pero esto es algo que no influye en absoluto a la hora de disfrutar de las canciones, ya que bien hecha una canción, bien hechas todas.
La sección rítmica tiende a la velocidad, incluyendo tanto blast beats como up-tempos y múltiples breaks.
El registro vocal es un rasgado de tonos medios y agudos, pero en esta ocasión también nos encontramos con algunos instantes de voces limpias, lo cual, a simple vista, parece que vayamos a encontrar altibajos a lo largo del álbum, pero esto no es así en absoluto.
En definitiva, si te gusta el Death Metal Melódico de principios del 2000, no hay duda de que este trabajo es para ti.
Nota: 8
Autor: Ramón
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