Crítica: Cabodano – O Espertar (2018)


Había comenzado a llover cuando los cinco tripulantes de un viejo Ford llegaron al solitario paraje. Uno a uno, bajaron del vehículo. Sus expresiones faciales eran tan duras como tristes. Mientras tanto, los gemidos y golpes que salían del maletero eran cada vez más audibles. Aquel malnacido había despertado. Mientras tanto, en el exterior, el quinteto había preparado la soga. Después de unos minutos, decidieron sacar al sexto en discordia. Le quitaron la capucha. Tenía la cara ensangrentada e inflamada por los golpes recibidos una hora antes. Le pusieron la gruesa guita en el cuello. El apaleado se orinó encima, sabía que aquello no era un escarmiento. Entre dos, comenzaron a levantar su cuerpo. Entretanto, el resto contemplaba la ejecución con total impasividad. El mundo estaba a punto de librarse de un violador…
Bienvenidos al universo de Cabodano.

 

El 13 de octubre de 2018, apareció el primer L.P de los Metalcoretas Cabodano bautizado con el nombre de «O Espertar».

Su formación es: Moisés (bajo), Buitre (voz), Peri (batería), Mora (guitarra solista), Juncal (guitarra rítmica).

 

El debut de los de Santiago De Compostela está a caballo entre el género anteriormente nombrado y el Melo Death Metal. Su gran baza reside en basar su cara más melodiosa en la música y no en las voces, como la inmensa mayoría de conjuntos de este tipo de música hace. Obviamente, esta característica hace desaparecer de un plumazo la incómoda sensación de que los breaks están metidos con calzador, imprimiendo una intensidad constante a la música. Ahora la pregunta que me hago es la siguiente: ¿tan difícil es para el resto de bandas de este palo componer de la misma forma que estos tíos? Esto si es Metalcore de calidad camaradas.

No hay nada malo que objetarle a la producción. Ésta es contundente y cristalina. Respecto al artwork… bueno, personalmente no me ha llamado la atención demasiado. Sinceramente, la portada me ha parecido más bien insípida.

 

Desgarradoras a la par que dramáticas son las seis cuerdas. Los riffs creados por Mora y Juncal son fluidos, marcados, a doble armonía y con clara influencia del sonido Gotemburgo. La lead guitar no trabaja en todas las tonadas, mas cuando irrumpe, os garantizó que os hará trizas.

 

Como dejaba de caer un poco más arriba, las clean vocals van a cuentagotas, y yo que lo agradezco. Os vais a llevar una buena ración de registros agresivos. Así da gusto.

 

Las cuatro cuerdas, sin que lleguen a hacer algo que llame la atención en exceso tienen su hueco. Es bueno comprobar que este instrumento no pasa completamente desapercibido.

 

En la percusión, los parches suelen aporrearse más a medio gas, sin que por ello renuncien a buenos instantes de up tempos. Ojalá que para próximos redondos apuesten más por la velocidad.

 

Destacaría la avasalladora ‘O Home do Espello‘ como lo mejor del Elepé.

Espero que el grupo no abandone nunca la senda que ha comenzado a andar. ¡Este es el camino!

 

Nota: 7
Autor: Chus

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