Crítica: Efreeti – Man of Sand (2019)


Después de sufrir un encierro de mil años, el más poderoso y fiel siervo de Satán estaba a punto de liberarse. La cámara donde fue confinado había sufrido daños. Aunque no podía salir físicamente, no le impedía poder escapar en forma astral. Necesitaba de un cuerpo huésped donde introducirse, con unas capacidades concretas. A pesar de lo que se cree de aquellos que han perdido la razón, éstos pueden percibir cosas que el resto de los mortales no pueden. Sin embargo, por desgracia, también son mucho más vulnerables a las fuerzas de las tinieblas que alguien que mantenga sus facultades mentales intactas. El engendro, no tardó en encontrar un sanatorio. Ahora tan solo tenía que escoger al encargado de su excarcelación…
Bienvenidos al universo de Efreeti.

El tercer trabajo de los Prog Death Black Metaleros Efreeti salió el 8 de marzo de 2019 bajo el nombre de «Man of Sand».

Su line up es: Marius «Cunt» Solli (bajo), Herman «Badass» Birkeland (batería), Kristian «Creep» Vetland Wangberg (guitarra y voz).

Señores, ni me ha gustado este disco ni soy capaz de aprobarlo. ¿Por qué?, ahora llega la explicación. Los noruegos ofrendan unas composiciones obsesivas y pesadas en el peor sentido de ambas palabras. Conceptos como dinamismo o cambios de dirección medianamente atrayentes son inexistentes en los aproximados 32 minutos de música.  Por cierto, si alguno encuentra la vertiente progresiva, que me lo haga saber. Yo desde luego no he visto ni una pizca ni de técnica ni de nada que se le parezca mínimamente. El interés se pierde una vez se ha catado el primer corte. A partir de ahí, al igual que yo, creo que muchos de vosotros comenzaréis primero a distraeros y después a desesperaros. Al menos, con la producción no hay pega, siendo nítida. Respecto al artwork, es posiblemente lo mejor del Elepé.

Como ya apuntaba un poco más arriba, las seis cuerdas son simplistas y reiterativas hasta la saciedad. De normal con un número limitado de tres o cuatro riffs bastante simplones y sosos se estructuran las tonadas. Por supuesto, olvidaos de solos. Hallaréis las «hachas» fluidas, muteadas y con inclusiones puntuales de disonancias, dobles armonías y ataques a una cuerda. Me es necesario comentaros, que os toparéis de forma anecdótica con unos teclados que no aportan absolutamente nada.

Las voces son agresivas y malévolas, mas tropezaréis con clean vocals susurrantes en ‘I’m Right, Right?’

Venga va, ¿cómo creéis que van los parches? Sí, efectivamente, a medio gas de forma exclusiva. Gracias a Odín, al menos hay raciones justas de doble bombo.

Destacaría ‘Its Inner Pain’ y ‘Smile of Death’ por ser las canciones menos soporíferas del embiste.

Este Larga Duración es completamente olvidable. Yo de vosotros correría en la dirección opuesta a donde suene.

Nota: 3,5
Autor: Chus

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