Crítica: Myrholt – Vinter (2018)


Necesito descansar un momento, no puedo más. ¿Por qué no para de caer esta infernal nieve? A cada segundo que pasa creo que es más espesa. Bueno, bien pensado podría ser peor. De seguro apesto a sangre fresca. Si fuese primavera, los lobos ya habrían venido a devorarme. La herida del pecho me duele a horrores. Respirar se ha convertido en toda una tortura. ¿Tendré también alguna costilla rota? ¡Maldito frío!, si no encuentro pronto donde refugiarme estoy acabado…. ¡NO! a lo lejos suenan ladridos de perros, ¡vienen a rematar el trabajo! Jamás hubiese creido que mi vida acabaría en un bosque….
Bienvenidos al universo de Myrholt.

El 2 de marzo de 2018, Myrholt Design publicó el E.P «Vinter» de la One Man Band de Black Metal Myrholt.

El cerebro del proyecto no es otro que Ole Alexander Myrholt, encargado de todos los instrumentos y las voces.

Este hombre, ofreció en su momento dos cortes tan melancólicos como gélidos, sin que por ello renunciase a la agresividad. El primero, titulado ‘Heimdall’, es una oda a la melancolía más obsesiva. Desde mi punto de vista, le sobra minutaje. A pesar de ello, consigue llegar a la parte más secreta y oscura del alma de cualquiera que se atreva a escucharlo. A su vez, su solidez es completamente innegable. De carácter mucho más dinámico es la final ‘Hieros Gamos’. Durante su desarrollo, os toparéis con una buena ración de celeridad sobre la mitad de la susodicha canción, para ponerle punto y final con unas notas creadas con teclado que le van como anillo al dedo. Ambas canciones, se complementan a la perfección, consiguiendo el tan necesario efecto de dinamismo. Metiéndonos en el terreno de la producción, como era de esperar ésta es sucia pero no caótica.  Por otro lado, me ha parecido francamente lamentable el artwork. Si tuviesen que darme un céntimo por cada portada de «Metal Negro» donde he visto un bosque, con o sin nieve, sería millonario.

Como posiblemente ya os podéis imaginar, las seis cuerdas son dramáticas a más no poder. Por supuesto, también son fluidas, e incluyen dobles armonías.

En las voces, no hay cabida para las clean vocals. Shrieks y solos shrieks camaradas. 

Los tambores tienden a ir a medio gas, mas como os relataba antes, si queréis un poco del up tempo salvaje, poneos ‘Hieros Gamos’.

El Extended Play que hoy ha protagonizado estas líneas no va a cambiar el rumbo de la música radical, pero sin duda agradará a los fanáticos de este tipo de «ruido» descarnado.

Nota: 6
Autor: Chus

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