Memorias de un No Muerto: Torf, Sixpackgods, Thy Grave - Addicted Blues (2014)

Veía sus rostros en descomposición por doquier. A veces, incluso creía escuchar sus sollozos pidiendo clemencia. Jamás sintió remordimientos o lástima por sus víctimas. Tan solo era un trabajo más. Los había que servían copas y él acababa con personas. Además, si hubiesen sido inteligentes ninguno de ellos estaría criando gusanos. Todo el mundo sabe que hay personas peligrosas en este mundo. Tan solo había que seguir una vida recta y dura como la de la mayoría. Solo así se podría escapar de que alguien como él lo buscase y le diese un tiro en la cabeza. Sin embargo, algo le estaba ocurriendo. Tal vez no fuese nada, o tal vez estaba perdiendo la cabeza. Lo cierto y verdad es que a su forma, las personas que había matado se estaban vengando…
Bienvenidos al universo de Torf, Sixpackgods y Thy Grave.

Hoy, en Memorias De Un No Muerto, volveremos atrás en el tiempo para ofreceros la reseña del Split titulado «Addicted Blues» publicado el 21 de diciembre de 2014 por No Name Recordz. Las bandas que hicieron posible ese disco compartido fueron: Torf, Sixpackgods y Thy Grave. A continuación, y antes de comenzar la crítica, nombraremos a los diferentes componentes de las bandas que por aquel año hicieron posible este redondo. Así que, sin más demora, vamos a la tarea.

La alineación de Torf es: Oleg «Atanas» K (batería y voz), Paul T (guitarra), Ivan B (bajo y voz).

Sixpackgods lo forma: GG (Greger Grönholm) (voz), Tomi (batería), Pekka (bajo).

Por su lado, el line up de Thy Grave es: Digger (voz y bajo), Helferlein (batería), Røt (voz).

La experiencia que este humilde redactor ha tenido al escuchar este álbum dividido, se podría resumir en la siguiente frase: Mucha psicodelia, poca diversión. La propuesta sonora, sobre todo de las dos primeras bandas nombradas un poco más arriba, se basa en unas seis cuerdas que podrían ser letales si no estuviesen rebozadas en lsd. Los más maléficos son Thy Grave podéis creerme. Todo tiene su público, y supongo que los amantes de estas cosas les parecerá una maravilla. A pesar de ello, a mí me aburren hasta la saciedad. No obstante, la nota final procuraré que este lo menos influida posible por mis gustos personales. Los que le den al play al susodicho asalto, tropezarán con estructuras rotundas y reiterativas. El uso, o mejor dicho, abuso de fuzz, le otorga una sensación crujiente a la música. La producción es orgánica y real. Respecto al artwork, éste es efectivo hasta decir basta.

Mastodónticas son las «hachas» en los tres grupos. Las más dinámicas las hallaréis en Torf. Lástima que usen tantos efectos.

Las voces pasan a un segundo e incluso un tercer plano. Los registros suelen ser limpios y asfixiantes. En este apartado, Thy Grave, se lleva la palma en cuanto a agresión.

Buenas bass line. Es una pena que debido al exceso de «locura» el resultado final no tenga demasiada gracia.

Por supuesto, los parches van a medio gas. Cumplen su función sin más.

Destacaría ‘Doomed Youth 12.19.19.17.19’ de Torf y ‘Rotting from Within’ de Thy Grave como lo mejor de la acometida.