Poco o nada le ataba a una vida que jamás le proporcionó ningún tipo de alegría. Muchos, consideran que lo que estaba a punto de hacer era un acto de cobardía. No obstante, él nunca lo vio de ese modo. Nadie viene a este mundo por voluntad propia. Además, para quitarse la vida sin tener una enfermedad mental, hay que tener ese valor que dicen que los que se suicidan no tienen. El camino fácil comentan que es. ¿Acaso es mejor desear la muerte día tras día?, ¿acaso es mejor observar con total hastío la hipócrita formula de la felicidad del resto de los mortales?, ¿acaso es mejor que realizar una serie de actividades y compromisos sociales que están totalmente en contra de lo que uno de verdad piensa y cree? ¿Eso es sencillo? Miró el horizonte. La tarde estaba despejada y corría una agradable brisa. El mar estaba en calma. Poco a poco, fue adentrándose en el reino de Poseidón. Cerró los ojos y aspiró unas profundas bocanadas de agua. «Podéis quedaros con vuestra desdicha. La mía acaba aquí» pensó antes de fallecer.
Bienvenidos al universo de Maerormid.
Volcano Records & Promotion, junto con Dark Hammer Legion, lanzaron el 21 de junio de 2019 el tercer trabajo de los Black Doom Metaleros Maerormid llamado «Stasi».
Su formación es: Massimiliano Zingarelli (M.) – guitarra-, Federico Marcantoni (Mid.) – voz, sintetizador y batería-, Ecnerual – violín –.
Nada más se ve la portada, ya se sabe qué propuesta musical nos dan los italianos. Efectivamente, estamos ante un embiste decadente y melancólico. Una vez le deis al play al susodicho disco, os iréis sumergiendo poco a poco en las turbias y oscuras aguas de vuestra mente, hasta acabar ahogándoos en un mar de traumas y recuerdos apesadumbrados. Los desarrollos extensos no son cosa extraña para el power trio, consiguiendo de esta forma llevarnos aún más a su terreno. Tampoco falta el componente de ira, aunque ésta está dosificada para no llegar a ser corrosiva. Respecto a la producción, no tengo nada que objetar.
Las seis cuerdas son contundentes y dramáticas. ¿Hay dobles armonías?, pues claro, aunque muchas veces aparecen gracias a la actuación del violín. Asimismo, tropezaréis con embistes de tremolo picking. La lead guitar solo aparece en ‘Martire’.
Durante los aproximados 46 minutos y medio, degustaremos shrieks, clean vocals oscuras y susurrantes, e incluso inclusiones de registros distorsionados.
Presencia tienen las cuatro cuerdas. Ciertamente no hacen nada especial, mas se hacen notar,
Supongo que con lo que ya lleváis leído os lo estaréis imaginando ya ¿no? La percusión suele ir a medio gas. Para aquellos que necesitéis algo de celeridad, poneos la inicial ‘Aura’.
Destacaría la anteriormente nombrada ‘Aura’ por ser la única tonada acelerada. Sin embargo, si queréis saber cuál es la tónica general del Elepé en cuestión, echadle un oído a ‘Mater (Dolore)’.
De forma subjetiva, cosas como esta no me entusiasman demasiado, aunque es imposible negar su clara valía. Recomendado para los amantes de sonoridades trágicas.
Nota: 6
Autor: Chus
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