Crítica: Obsessed By Speed - Obsessed By Speed (2019)

«La Parca Radioactiva». Ridículo nombre para lo que es, según la clase política, la organización terrorista más peligrosa de 2050. Después del invierno nuclear, los pocos que quedamos con vida nos intentamos organizar. Queríamos volver a lo que una vez tuvimos. No pedíamos tanto, tan solo un poco de civilización sin caer en los errores que nos llevaron a semejante catástrofe. Pero para comenzar de verdad desde cero, teníamos que aniquilar a todos los malditos peces gordos. Mientras que el pueblo llano moría de cáncer debido a la radiación y nuestros hijos nacían deformes, ellos estaban seguros en sus pequeñas fortalezas subterráneas, ajenos a lo que ocurría arriba. Al ser un número relativamente pequeño de supervivientes, teníamos que preservar la vida de mujeres, niños y a los hombres de una franja de edad de entre 20 y 25 años. El resto, estamos dispuestos a luchar contra sus diezmados ejércitos. Si hay justicia en este mundo, todo acabará saliendo como debe. Pronto, el hombre conocerá una nueva época de prosperidad, después de que exterminemos a esos bastardos…
Bienvenidos al universo de Obsessed By Speed.

FUZZ T Shirts Records, junto con Hecatombe Records, MonoCaníbal Records y Primitive Noise Records, editaron el 10 de febrero de 2019 el debut homónimo de los Crust / Crust And Roll Obsessed By Speed.

El grupo lo forma: Cristofer (bajo y coros), Ricky (guitarra y coros), Dani (guitarra y voz), Jovino (batería).

Independientemente de que la propuesta del cuarteto me haya gustado más o menos, no se les puede negar el hecho de que ofrecen un asalto convincente y compacto. Cada track es todo un himno que sin duda los seguidores de este género musical sabrán apreciar y disfrutar sobremanera. Ahora bien, personalmente, las composiciones me han resultado predecibles y excesivamente similares entre sí en la mayoría de los casos. Esto no quiere decir que no me gustase el disco, pero sí que perdí gran parte del interés inicial conforme iban transcurriendo los minutos. Como era de esperar, la producción es cruda y poderosa. Respecto al artwork… pues bueno… es lo suficientemente llamativo.

De corrosivos y obsesivos podríamos calificar los riffs. El Long Play está plagado de «hachas» fluidas sin mucha complicación, añadiendo los cambios justos. Asimismo, os toparéis con instantes de palm mute y dobles armonías. Los solos cumplen su función.

Con las voces hay aluvión de registros iracundos. Si la ocasión lo requiere, incluyen coros cargados de mala baba.

La batería es la mayor parte del tiempo prácticamente clónica encada uno de los tracks. Up tempos de pulso lento a troche y moche.

Destacaría la adictiva ‘Nudillos’. Ah, y poca broma con ‘La Búsqueda’ y ‘Metamorfosis’. Las dos últimas que acabo de nombrar, se salen de la tónica del Elepé. ¿Sus características?, mejor que las catéis y lo descubráis por vosotros mismos.