El veneno hizo efecto de inmediato. Perdió las fuerzas y cayó de bruces al suelo. Percibía con total pavor como era incapaz de mover un solo músculo. A efectos prácticos, era poco más que un maniquí. Se preguntaba cuánto tiempo le duraría el efecto. Si no recuperaba las capacidades motoras moriría. En el mejor de los casos, los animales del bosque lo devorarían. En el peor, dejaría de existir por inanición. Las horas fueron transcurriendo. Los ciempiés y hormigas fueron los primeros en llegar. Aún no se habían introducido en su cuerpo, pero sabía que, más temprano que tarde lo harían…
Bienvenidos al universo de Dekonstruktor.
El debut de los Stoner Doom Metaleros Dekonstruktor llamado «Eating the Universe», apareció originalmente el 21 de abril de 2014. Tras ser fichados por No Name Recordz, el disco acabó siendo reeditado el 18 de febrero de 2017. Ahora Broken Tomb, os brinda la oportunidad de leer su respectiva reseña.
Las personas encargadas de crear el asalto fueron: Memphis (bajo), Mitya DHS (batería), Garish (guitarra y voz).
El primer disco de los rusos es toda una oda a la pesadez más asfixiante. Los desarrollos de los temas suelen ser extensos. Sin embargo, a veces pecan en perderse en un mar de sonidos obsesivos y demencia innecesaria. Por otro lado, llama la atención la forma con la que es usada las cuerdas vocales de Garish, ya que, para bien o para mal, pasa a un segundo plano. Es difícil explicarlo, así que, lo mejor es que si deseáis saber que quería decir con esa frase, mejor que lo comprobéis por vosotros mismos. Lo que no he entendido es el uso de tanto eco en su garganta. La producción es baja y crujiente, añadiendo un artwork inquietante.
Las seis cuerdas son terriblemente mastodónticas, ofrendando un buen puñado de riffs pesados hasta decir basta.
Respecto a los registros de voz, éstos son limpios y decadentes. Como decía un poco más arriba, le incluyen unos para mí superfluos efectos, que no llegan a aportar nada a la propuesta del power trio.
En un género como éste, ya se sabe que los parches van de forma perpetua a medio gas. Ah, cuidado, que tampoco se dejan atrás los down tempos.
Siendo completamente sinceros, y como ya he repetido en los últimos tiempos hasta la saciedad, no me gusta en absoluto la música psicodélica. Al decir esto, – una vez más- ya os haréis la idea de que no he disfrutado mucho al oír el Elepé que hoy ocupa la review que estáis leyendo. No destacaría ningún track en concreto. El nivel se mantiene en todos y cada uno de los temas. Los que degustéis cosas así, no dudéis en catarlo, ya que de forma objetiva no son malos ni de lejos. El resto, a no ser que vayáis hasta las cejas de sustancias ilegales, lo mismo no os llama demasiado la atención.
Nota: 6
Autor: Chus
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