La cepa era imparable. Los mejores científicos de la Tierra trabajaban sin cesar para hallar una cura. O al menos eso decían las noticias. Hace dos días que los síntomas comenzaron. Quería mantener la esperanza. Pensaba una y otra vez que tan solo era un constipado común, pero no fue así. Estoy tirado en el suelo observando cómo se deshace mi cuerpo. Emano un hedor insoportable. Tanto, que incluso he vomitado varias veces. He tenido suerte, aún tengo las suficientes fuerzas como para poder hacerlo de lado y no morir ahogado. ¿Cuánto más me queda? Me estoy pudriendo en vida…
Bienvenido al universo de Sepsis.
«To Make Rotten» fue el título de la hasta la fecha única Demo de los Death Metaleros Sepsis. Fue publicada originalmente de forma independiente en 1991. Actualmente, el sello La Caverna Records la ha reeditado el pasado 2 de julio de 2019. Como ya supondréis, ahora le toca a Broken Tomb brindaros su respectiva reseña.
Los encargados de dar forma al proyecto en su día fueron: Karl Fowler (batería), Mike Brown (guitarra y voces), David Camarda (guitarra), Jason McCammon (bajo y voz).
Conforme se va escuchando la maqueta, se puede comprobar como ésta tiene una clara línea ascendente. Después de la inicial y terriblemente irregular ‘Spewing Innards’, la cosa va mejorando corte a corte, hasta que finalmente nos vuelan los sesos. Básicamente, estamos delante de unos casi 28 minutos del más puro «Metal Muerto» que podáis imaginar. A pesar de los años, os aseguro que hay momentos de una frescura que tristemente cada vez se ve menos en los tiempos que corren. A ver, tampoco nos vamos a engañar, no es ninguna obra maestra. Sin embargo, la calidad es indiscutible. Quien no haga headbanging con algo así, es que simplemente no le gusta la música extrema. La producción es tosca, pero está en su punto, enarbolando la bandera de lo orgánico. Sin duda, lo peor de la embestida es la portada. Por el amor de Odín, ya que se vuelve a lanzar, se podría haber creado un nuevo artwork.
Los más veteranos ya se podrán imaginar de que palo van las seis cuerdas. Efectivamente, los riffs fluidos y oscuros mandan y no tu banda. La faena de la lead guitar no es para tirar cohetes. Cumplen su función sin más.
Los registros vocales son descarnados y entendibles. Se mueven entre unos growls más profundos y otros de corte más agudo rasgado.
Sin temor a equivocarme, se puede calificar la percusión de dinámica y terriblemente intensa.
Destacaría la trepidante ‘Foetal Embolism’ como lo mejor de la acometida.
Está claro que los americanos ni cambiaron en su día la escena ni lo harán ahora. Lo que es innegable es que tienen algo especial.
Nota: 7
Autor: Chus
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