El corazón. Ese órgano que bombea la sangre de tal forma que ésta pueda recorrer todo nuestro cuerpo. Se podría decir que he dicho una buena definición digamos técnica de él. Sin embargo, es imposible obviar el plano por decirlo de alguna manera sentimental. A todos, alguna vez o a menudo nos lo han roto de una u otra forma. Nadie se libra del sufrimiento. Lo malo acaba cuando la vida se nos escapa definitivamente entre los dedos, observando con tristeza que hemos perdido el tiempo en hacer cosas que odiábamos, dejando escapar nuestros sueños. Dios… ¿cuántas veces hemos querido pagar con la misma moneda a aquellos que nos han destruido? No me vengáis de santurrones, al igual que yo, le habréis deseado en ciertos momentos lo peor a tal o cual persona porque os ha machacado. Pues bien, en mi caso, he decidido dejar imaginar venganzas y ponerlas al fin en práctica. Pronto estaré encarcelado, o tal vez, si tengo valor, me suicidaré una vez acabe la tarea. Lo que tengo claro es que jamás nadie volverá a pisarme…
Bienvenidos al universo de Narwhale.
«Heart of the Corpse – Whale» es el título del primer L.P de los Prog metaleros Narwhale. El disco salió el 1 de octubre de 2019.
El combo lo conforma: Javi F. Fernández (bajo y voz), Víctor Puente (batería), Diego Aparicio (guitarra), Ángel M.H (guitarra).
Hermanos y hermanas, vuelvo a estar en una tremenda encrucijada a la hora de encarar una reseña. De entrada, el disco de hoy se me ha hecho bastante tedioso. No obstante, tengo que poner mucho énfasis en haceros entender que la banda NO es mediocre ni mucho menos, todo lo contrario. Las composiciones emanan unas atmosferas oscuras e incluso a veces intimistas que son dignas de ovación. A su vez, hacen gala de una frescura compositiva que poca broma. Y es que el Elepé de forma objetiva es canela en rama. Por otro lado, me es de imperiosa necesidad hacer hincapié en lo personal que es la propuesta del cuarteto. Hay que tener en cuenta lo difícil que es tener un sello o marca única dentro de cualquier género musical y los de Asturias lo tienen. En resumidas cuentas, me he enfrentado a un disco al cual le pondré buena nota porque realmente lo merece, pero que ciertamente no ha sido nada de mi agrado. Cambiando de tercio por completo, y adentrándonos en lo que es la producción, ésta es nítida y poderosa a partes iguales. Lo que desde luego es un para mí claro punto en contra ha sido la portada. Vaya artwork más soso…
En las «hachas» nos topamos con ramalazos de Doom, Sludge y Post Metal. Todo cohesionado a la perfección. No faltan los riffs fluidos, las dobles armonías o los instantes de paz. Ojo a los solos. A lo mejor no serán un alarde de técnica, pero consiguen lo que realmente interesa, o sea transmitir sentimientos.
El 99,9 % de las voces son limpias. Los guturales son completamente anecdóticos. Por mi parte, me hubiese gustado que fuese al revés. Para gustos los colores ¿no?
Si la ocasión lo requiere, las cuatro cuerdas hacen acto de presencia. Es bien que este instrumento no pase desapercibido como suele ocurrir en casi todas las bandas.
De forma exclusiva, los tambores van a medio gas siendo compactos y dinámicos como ellos solos.
Recalcaría ‘Glaucus’ como lo mejor del plástico. Echadle un oído y ya veréis por qué.
Si buscáis algo diferente y con gran calidad, escuchad el Elepé que ha protagonizado esta reseña.
Nota: 7
Autor: Chus
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