Allá por febrero de este 2019, os ofrecimos la reseña del segundo trabajo del combo de Brutal Death Grind Cruciatus, llamado «Slaughter in Bojaya». Ahora que el año está en su recta final, hemos visto conveniente contactar con su batería y principal compositor Rudolf, para que nos describiese tema a tema el disco en cuestión.
Bueno, antes que nada, muchas gracias por su apoyo y aporte al metal. Admiro y respeto mucho su labor, lo que hacen al difundirlo y estar al pie del cañón es invaluable.
Entrando en materia, este trabajo es muy conceptual lírica y musicalmente hablando. Le seguimos dando uso a los ritmos característicos del Grindcore y Death metal. Es decir, hubo mucho Blast beat, Skak beat en todas sus variaciones, D-beat y Crust. Sobre todo, en estos últimos hicimos más énfasis, pues es imposible tocar Grindcore sin usar los ritmos heredados del Punk y el Hardcore, los riffs siguen siendo crudos y pesados, no muy virtuosos pero si contundentes. También, hemos explorado otros matices y sonidos que dan una atmósfera más “densa y pesada” que nuestros trabajos anteriores. Soy un admirador de la música de oriente medio y del denominado Oriental Metal y esta vez quise agregar algo de eso. Además, es fácil evidenciarlo en varios de nuestros temas y solos de guitarra. Continúe usando la escala menor armónica o pitagórica, que inconscientemente siempre usaba para componer sin saberlo. Luego varios músicos colegas me lo hicieron notar. Incluso llegué a usar ritmos orientales y escalas argelinas, gitanas, griegas e hindúes.
Después de la salida de nuestra anterior cantante, decidimos volver a grabar el disco en el estudio Aria51 del productor Juan Carlos Henao alias Chengo (guitarra y coros). Logramos un sonido más contundente bajando la afinación y las voces fueron grabadas por Juan Vázquez (bajo y voz)
Como dije, este un álbum conceptual donde quise resaltar y hacer énfasis en la historia de nuestro país, pero también como la realidad violenta de nuestra patria, es tristemente idéntica a las violencias que se viven en otras latitudes del mundo.
No buscamos imponer una forma de pensar, creo que todo el mundo tiene su propia forma de ver las cosas, su criterio. No creo que existan personas apolíticas, cada quien elige su polo, yo mismo tengo el mío. Nunca he tenido la necesidad de afirmar mi posición ideológica, política, filosófica y espiritual ante nadie. No lo he hecho antes, no lo voy hacer ahora y probablemente tampoco lo haga en el futuro. No obstante, y teniendo en cuenta eso, siempre trato de ser lo más imparcial posible a la hora de relatar estos sucesos incómodos de recordar. Algunos amigos me dicen que por qué no cambio la temática o le canto a la paz y al amor, pero pienso que una cosa son las situaciones ideales y otras las reales. Si queremos llegar a la idealizada paz no podemos desconocer la macabra realidad. Creo que aquel que niega su oscuridad también niega su luz, pues al negarla está desconociendo la posibilidad de encontrar una salida y no volver a repetir los mismos errores.
Sí, seria lindo y entretenido poder componer sobre hadas, caballeros y dragones, sobre el amor y la paz, sobre Dios o el Diablo y tal vez lo haga en algún momento de mi vida, pero si nadie más cuenta estas salvajes historias, alguien tendrá que hacerlo, alguien tiene que denunciarlo, alguien tiene que hacer el trabajo sucio y bueno, eso hacemos en CRUCIATUS. Pero ojo, yo no odio a mi país, por el contrario, lo amo con todo y sus locuras, lo que cantamos en la banda es porque queremos verlo mejor. Como dice un amigo,“la tarea, es hacer recordar lo que se quiere olvidar y mostrar lo que no quieren ver”.
- ‘Narcocrasia’
Su nombre se debe a un juego de palabras, en la que resaltamos la relación siniestra que existe entre los políticos de nuestro país y el narcotráfico desde mediados de los años 70s. Para nadie es un secreto que a nuestra Colombia la mueve y contamina la droga. Casi todos los partidos tienen vínculo con ella, izquierda, derecha, centro, comunistas, capitalistas, conservadores, liberales, progresistas etc. Todos tienen rabo de paja, todos han sido untados.
- ‘Motosierra o cilindro bomba’
Las elecciones colombianas, se han vuelto una eterna pelea entre izquierda y derecha. Esos partidos genocidas todo el tiempo te dicen “escoja a este o escoge aquello, no elijas a este, pero elige a este” Aquí reina el fanatismo, pero la verdad es que todos tienen su pecado encima y no quieren admitirlo…. La motosierra se volvió un arma típica usada por grupos paramilitares (derecha) y el cilindro bomba un arma de guerrilleros (izquierda). Cuando uno ve como estos 2 “polos opuestos” se pelean, no deja uno de recordar el arma que las representa y como en realidad son peligrosamente idénticos.
Es un tema insignia del metal colombiano, es casi un himno o grito de batalla para muchos fanáticos del metal de nuestro país. Es un tema de Reencarnación al que le quisimos hacer cover, pues refleja muchos de nuestros gustos y pensamientos. Aparte, es una forma de rendirle tributo a grupos y artistas que nos han influenciado. Hacer versiones y tocarlas a nuestro estilo es algo que desde el primer álbum venimos haciendo y es una tradición que voy a mantener en todos los discos de la banda pensando a futuro.
- ‘Colombian Neck Bomb’
Esta canción retrata uno de los capítulos más perturbadores de la historia de mi país. Habla sobre la extorsión que un grupo de secuestradores pedía a cambio de no volarle la cabeza a una señora con un collar bomba. Ella era muy humilde y no tenía mucho que dar. Su familia no alcanzo a reunir el dinero. Esta señora fue asesinada, murió junto a varios policías anti explosivos que trataban de salvarle la vida. Yo era un niño en aquella época cuando vi las noticias por la TV, para mí fue impactante saber que alguien usaba su inteligencia para hacer el mal. Me preguntaba como existía gente que, en vez de usar su conocimiento para algo bueno, prefería matar personas por dinero. Allí fue cuando entendí que era mejor ser educado que ser estudiado, que vayas a la academia no te hacer ser educado. Entendí que una persona con estudio puede usar su conocimiento para el bien, pero también para el mal. Una persona educada jamás haría el mal.
- ‘Children of War’
Al igual que en muchas guerras del pasado y actualidad, Colombia no fue ajena al reclutamiento y abuso de menores para fines bélicos,. En mi país, son miles los niños que fueron reclutados y violados por las guerrillas comunistas y la mayoría solo encontró la tumba como destino.
- ‘Guerra santa’
Este tema habla enteramente sobre las guerras religiosas, de cómo aún existen personas que salen de orar y rezar en un templo, para luego salir a ofender a quienes no creen en su fe. Usan sus creencias para matar, para justificar masacres. Hoy en día muchos desconocen que la palabra religión proviene del latín Religare o Religere (unión). Es decir, una religión en vez de separar debería unir, por ende, toda creencia que no propicie la unión de los hombres para un fin espiritual o elevado, simplemente es una puta secta…. Como dice al final de esta canción “no hay religión, solo hay un millón de sectas”.
- ‘Sexual Explotation’
Esto no es un tema oculto para nadie, pero muchos no quieren hablar de él, pues son participes activos de la explotación sexual, bien sea con turismo sexual, prostitución, trata de blancas, o con su apoyo a las muchachitas que se exponen y se denigran por internet a cambio de unos “likes”, o en el mejor de los casos por varios cientos de dólares.
- ‘Dunkelheit’
Bueno este tema al igual que el cover que le hicimos a Reencarnación, fue una forma de hacerle tributo o mostrar respeto y admiración por bandas y artistas que nos han influenciado. Al igual que el cover “Utopia”, le hicimos una versión especial. Pienso que si uno va hacer un cover o va grabarlo, no hay razón para hacerlo exactamente igual que el original. Después de todo, para eso está la banda que lo creó. La versión que le hicimos me costó mucho, pues consistió en convertir un clásico del Black Metal, al crudo DeathGrind que hacemos ahora. Fue algo entretenido, fue una apuesta que al principio considere arriesgada, pues los fanáticos del Black metal son muy radicales, pero hasta el momento a todos les ha encantado.
- ‘Master of Death’
A mediados de los años 80s y 90s, mi país fue visitado por un soldado israelí que se volvió mercenario. Era todo un experto en la guerra, fue un maestro de la muerte contratado por narcotraficantes, paramilitares y varios funcionarios del estado en aquella época. Ellos querían que sus ejércitos privados recibieran instrucción militar de este hombre, ya que querían aplastar a toda costa las guerrillas comunistas.
Este maestro de la muerte, les enseño todo tipo de tácticas inhumanas y salvajes a sus estudiantes. Les enseño a torturar, desaparecer cadáveres, a descuartizar personas, Yair Klein es su nombre. Actualmente está prófugo de la justicia y es requerido en varios países por crímenes de guerra…. Como detalle curioso, en su afán por desaparecer muertos, este israelí importó cocodrilos de Siria, pues aquellos animales eran más rápidos y efectivos para desaparecer cadáveres. Los caimanes colombianos son muy pequeños para comerse una persona. Estos animales se consideraban extintos en libertad en su país natal, pero gracias a esta acción dantesca del maestro de la muerte, esa especie se salvó de la extinción y hoy hay varios de ellos nadando en los ríos de Urabá, Córdoba y Antioquia.
- ‘Habemus Papam’
Esta es la historia de Inocencio VIII, el Papa vampiro, uno de tantos sumos pontífices involucrados en hechos polémicos. Este Papa tuvo la particularidad de usar sangre de niños, participar en rituales prácticamente satánicos y abusar sexualmente de muchos de sus monaguillos.
Aunque bien sabemos, que son muchas las personas que consumen drogas y cada quien es libre de hacer con su vida lo que le plazca, no compartimos ese tipo de masoquismo, en el que, por querer sentir un momentáneo placer, pierdes tu salud, tu libertad, tu familia y tu vida. Soy seguidor, practicante y creyente de muchos postulados “Straight Edge”. No busco imponerle a nadie esa forma de vida, pero si crear consciencia con esta canción. Además, mi país ha sufrido mucho por el narcotráfico y muchos de nosotros odiamos a los narcos. Por ende, sería incoherente ser partícipes de sus negocios.
- ‘X H X G X C X’
xHxGxCx son las siglas de HATE-GRIND-CORE. Esta canción habla sobre un término con el que nos identificamos como grupo desde el principio. Nuestras canciones hablan principalmente de nuestros odios, de las cosas que no nos gustan y quisiéramos cambiar. Alguna vez en broma durante un ensayo, decíamos que éramos un grupo de grindcore con canciones muy misántropas y quisimos bautizarlo con ese nombre. Cada “X” simboliza algo que nos molesta, dentro de la comunidad Straight Edge, la “X” simboliza el rechazo a los vicios, rechazo a la crueldad animal, rechazo a la promiscuidad y nosotros quisimos agregarle otra “X” que es nuestro rechazo a la brutalidad y corrupción política, social y clerical.
- ‘Justicia podrida’
Soy creyente de que no hay cosa que genere más violencia y odios que la injusticia, pues ante ella siempre habrá gente con ganas de venganza. Mi país está lleno de injusticias, de falsos procesos de paz, de tratados fraudulentos, de gente mala que aún está libre y de asesinos que han llegado a ser dirigentes políticos.
- ‘Slaughter in Bojaya’
La masacre de Bojayá es tal vez una de los peores genocidios que se han vivido en la historia de mi país. Fue una masacre en la que murieron más de 100 inocentes dentro de una iglesia, víctimas de un cilindro bomba lanzado por el frente 58 de las FARC (guerrilla comunista). El suceso tuvo lugar durante los enfrentamientos armados que en ese mismo pueblo se desarrollaron entre los guerrilleros de las FARC y los paramilitares de las AUC (autodefensas unidas de Colombia). Ambos grupos narcoterroristas estaban empeñados en mantener el control de la zona y tener acceso al río Atrato que les servía como corredor para traficar coca. La gente de esta población corrió despavorida a buscar refugio y muchos de ellos entraron a la iglesia del pueblo creyendo que estos grupos les respetarían la vida, pensaron que por ser la casa de Dios estarían protegidos de los asesinos, pero no fue así. Mientras el sacerdote entre gritos y llantos, oraba aferrado a su comunidad, cayó la bomba dentro de la iglesia, llevándose consigo la vida de estas personas. Pocos fueron los que sobrevivieron para contarlo, muchos de ellos quedando mutilados o con marcas terroríficas en su cuerpo, mente y espíritu.
Autor: Chus
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