Crítica: Necronomicon - UNUS (2019)

Había conseguido acabar con éxito el sortilegio. Ahora, uno de los siervos de Satán estaba dentro de él. Éste, a cambio de su alma, le proporcionaba un poder inimaginable y lo que se podría llamar el auténtico conocimiento de la realidad. Con sus nuevos atributos, en poco tiempo doblegaría al mundo que lo había visto nacer. Jamás volverían a humillarlo haciéndole aguantar sus convencionalismos sociales cargados de doble moral e hipocresía, donde tan solo el dinero y las pertenencias físicas tienen valor real. Él sería el encargado de crear una nueva civilización, pero para ello, antes tenía que acabar con la vigente…
Bienvenidos al universo de Necronomicon.

«Unus» es el título del sexto Larga Duración de los Black Death metaleros Necronomicon. Vio la luz el 18 de octubre de 2019 gracias a Season of Mist.

El conjunto está formado por: The Witch (guitarra y voz), Razputin (bajo), Divider (batería).

Vaya tela amigos, los de Canadá se han marcado, así como quien no quiere la cosa un señor discazo. Los adjetivos que mejor le vienen son: variado e intenso. En líneas generales, el trabajo en cuestión no es apto para cardíacos. La celeridad es considerable, mas saben cuándo es necesario parar y bajar las revoluciones. De esta forma, la potencia no baja, pero si se gana dinamismo compositivo. Si tuviera que ponerle un fallo, éste sería tremendamente subjetivo. Para mí el talón de Aquiles se encuentra en el uso de los teclados y orquestaciones, ya que en ocasiones opacan en exceso a las seis cuerdas. Por lo demás, ni un mal pero puedo poner. La producción es perfecta, pudiendo disfrutar de un sonido nítido y poderoso. La portada resulta tan oscura como la música que contiene el Elepé. Así que por esa parte bien también.

Gélidas y violentas son las seis cuerdas. Hallaréis los riffs fluidos, pesados y disonantes. Obviamente no faltan los ataques de tremolo picking. De forma puntual, incluyen buenos solos. Respecto a las dobles armonías, existen, aunque usualmente están creadas a base de «las teclas» y las «hachas».

Adentrándonos en el apartado vocal, The Witch consigue sacar sin compasión o problema alguno un tono letal como pocos.

Ya lo he ido dejando de caer durante la crítica. Los tambores tienden a los blast beats y los up tempos, sabiendo levantar el pie del acelerador cuando es necesario.

Me han llamado especialmente la atención ‘Singularis Dominus’ y ‘Cursed MMXIX’. Esto sí que es «Metal Negro Muerto» con mayúsculas.