Crítica: Excrementory Grindfuckers – Musik zum Kopfschütteln (2019)


 

A pesar de que odiaba viajar, tenía que reconocer que la experiencia, al menos por esa vez estaba siendo menos molesta que en el pasado. Salieron al amanecer. El día anterior habían comprobado los niveles de líquido de freno, anticongelante y demás del coche de su novia. Ambos sabían que era el fin de la situación que los había estado consumiendo a ambos durante meses. Sin embargo, él no conseguía estar tranquilo. Presentía que algo iba a ocurrir y no sería precisamente agradable. Contra todo pronóstico, llegaron a su destino. Vendieron la casa del padre del muchacho, cargaron entre los dos algunas cosas que aún allí se hallaban y se dispusieron a volver a casa. No habían recorrido ni la mitad del camino cuando un camión, debido a un fallo mecánico los arrolló, matándolos en el acto. Sus sueños e ilusiones desaparecieron tan rápido como sus vidas….
Bienvenidos al universo de Excrementory Grindfuckers.

 

El próximo 29 de noviembre de 2019, los desenfadados Excrementory Grindfuckers lanzarán al mercado su nuevo trabajo llamado «Musik zum Kopfschütteln».

El grupo está compuesto por: Kai (voz), Rob (guitarra y voces), Christus (batería), ND (bajo), Mike (teclado y voces).

Tremendo papelón el tener que reseñar a los alemanes. Su propuesta se basa en mezclar géneros completamente dispares entre sí, rebozándolo todo con muchísimo humor. Cosas así, no creo que nadie se las pueda tomar medianamente en serio. Es música para echar unas risas y ponerla de fondo en cualquier fiesta con los amigos. Partiendo de ahí, pasemos a realizar la reseña. El disco en cuestión es muy variado, exhibiendo cambios tanto de estilo como de celeridad rasantes. Una de sus grandes ventajas, es que no usan innecesarias intros en sus tracks. Aquí la cosa va directamente al grano, o mejor dicho a la broma. La producción es cristalina a más no poder, mientras que la portada…Madre del amor hermoso, mejor ni opino.

Las seis cuerdas pueden ser completamente poperas o insanas hasta la saciedad. Los riffs de Rob son fluidos, pesados o entrecortados si la ocasión lo requiere. A su vez, también hay alguna pincelada acústica leve a lo largo y ancho del redondo.

En lo que a voces respecta, las clean vocals estridentes o facilonas prevalecen a los growls. Si es necesario, irrumpen coros netamente Hardcore.

Christus, sin olvidar por completo los blast beats ni los up tempo, tiende a aporrear los parches a medio gas.

Sinceramente, no destacaría ninguna tonada. Este humilde redactor tiene sentido del humor, mas esto es excesivo.

Hermanos, si buscáis carcajadas instantáneas y no tenéis ganas de ir a ver ningún monólogo, poneos el álbum que ha protagonizado la reseña de hoy. Para los que quieran algo serio y realmente extremo, mejor que busquen otras cosas.

 

Nota: 5
Autor: Chus

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