Crítica: Oniricous - La maldición (2019)

Al terminar el sortilegio, la anciana comenzó a alejarse de la fortaleza. A cada paso que daba, la sensación de euforia iba aumentando. Sabía que al invocar al amo del subsuelo tenía los días contados. Para hacerlo tenía que emplear la casi totalidad de su energía vital. Sin embargo, morir era un precio muy bajo si con ello conseguía ver como los dominios del Rey Arkh eran devastados. Cuando había andado un kilómetro y medio, el suelo comenzó a temblar cada vez más fuerte hasta que terminó por resquebrajarse por completo. De la gigantesca grieta salió Rook, el terrible esperpento que la hechicera había despertado de su milenario descanso. La quimera tenía decenas de tentáculos y unas fauces repletas de dientes afiladísimos que no tardaron en ponerse en acción. El gentío corría despavorido gritando del más absoluto e intenso terror. La vieja nigromántica consiguió llegar a cierta colina donde podía observar sin peligro alguno la masacre. Soltó una sonora carcajada mientras pensaba que al fin la venganza se estaba consumando…
Bienvenidos al universo de Oniricous.

Los Death metaleros Oniricous lanzaron el pasado 31 de octubre de 2019 su nuevo E.P «La maldición» gracias a BlackSeed Productions y Blood Fire Death.

Su alineación es la siguiente: Chuster (voz y guitarra solista), Mazo (guitarra solista), Al-Wars (guitarra rítmica), Tony (bajo), Tillo (batería).

¿Sois adictos al «Metal Muerto de corte clásico?, ¿adoráis a los primeros Death y Massacre? Espero que sí, porque el quinteto de Castilla La mancha es precisamente lo que ofrenda. A pesar de que se puede ver de forma clara sus influencias, da gusto comprobar como la banda tiene personalidad propia. Son de la vieja guardia, mas no resultan retros de forma forzosa. La producción es gruesa y orgánica. Además, la portada huele a Lovercraft desde lejos. Como fanático del maestro del terror cósmico, el artwork me ha llamado considerablemente la atención. ¿A vosotros que os parece?

«Hachas» endiabladas y trepidantes a más no poder. Poca broma con los riffs. No abusan del uso del tremolo picking ni de la contundencia, aunque no se olvidan por completo de ambas cosas. Los solos no son aptos para cardíacos. No os digo nada y os lo digo todo.

Los growls de Chuster resultan agudos rasgados. Creo que sobra decir que no hallaréis clean vocals ni chorradas similares ¿no?

Tillo revienta su kit de tambores sin compasión. Priman los up a los mid tempos. ¿Hay «golpes relámpago»? Sí, pero a cuentagotas.

Destacaría ‘El extraño‘ y ‘La maldición‘. Para mí son lo mejor del Extended Play. Cabe resaltar que el resto de cortes están al mismo nivel de calidad. Se agradece sobremanera que la intensidad no baje ni un solo segundo.