El 15 de septiembre de 2017 el proyecto italiano Suffer In Silence publicó su tercer lp «Beatiful Lies» bajo el manto letón de Sliptrick Records.
Suffer In Silence son en esta ocasión: Patrick Amati (voces, guitarras, bajo y sintetizadores) y Filippo Cicoria (batería como músico de sesión).
El encuentro del «metal muerto» con lo melódico puede levantar suspicacias en el seguidor de lo extremo pues estrechar influencias y matices musicales en apariencias contrapuestos es una decisión arriesgada con el objetivo de lograr el éxito sonoro a perseguir por el artista o artistas en cuestión. Suffer in Silence es una apuesta personal de Patrick Amati tras el primer álbum de 2010 «Brutal Realities» en el que el cuarteto en sus inicios pasó a ser una one man band con Patrick al frente de todos los instrumentos. Aquí, en su último trabajo hasta la fecha recurre al baterista original de la formación Filippo Cicoria como compañero ad hoc. La unión crea sinergias poderosas donde el death comparte lugar en nuestros oídos con partes más accesibles para el oyente, siendo la dureza inicial del metal sin vida rebajada pero no por ello la calidad obtenida se resiente en ningún momento. La producción es sólida y cristalina, sin opacidad ni interposición entre las partes instrumentadas. La portada reproduce de forma abstracta y elocuente el silencio sufrido por la belleza mentirosa en una realidad dualizada hasta límites pesadillescos entre colores grisáceos, atisbándose un ribete rojizo de dolor perenne junto a la luz destructora de la muerte abriéndose paso a través del hueso y la carne. Procedamos al despiece.
Las guitarras pisan fuerte en las composiciones, con riffs ágiles y precisos de largos pero no cansinos fraseos, alternándose momentos rápidos y lentos bien encajados entre sí. Hay «golpes relámpago» de delectable disfrute inyectando dinamismo y variedad. Los solos son técnicos y afilados, sumando enteros preciosos al valor final de la obra. Un solo bien ejecutado siempre añade valor adicional por su neto carácter sensitivo. También se escuchan primorosas partes de guitarra española acentuandoras por fases de un lirismo sonoro y asociadas con un poético piano etéreo.
La voz rinde con cavernosa expresividad sorprendiendo en ocasiones con alaridos enloquecidos. A consignar el uso de un registro diferente durante breves segundos en el tema ‘Forced to Hate‘ y no repetido en el resto del redondo.
La batería es uno de los elementos descollantes de este álbum. Filippo se mueve con suma diligencia a los parches, doble bombo y platos marcando la pauta rítmica con agradecida constancia.
El bajo posee tangibilidad y en ocasiones, quizá pocas, demuestra su capacidad creativa en franca comunión con el resto de instrumentos, sin esconderse ni ser ocultado cuando sale a la superficie sonora. ¿Podría ser mejor? Sí. ¿Podría ser peor? También.
Destaco ‘S.I.S‘ por su velocidad y cambios de ritmo, ‘Zero Respect‘ por el efecto cuadriplicado del bajo y un sólo del mismo a lo Lemmy y ‘Dreams of Glory‘ debido a su sedimento thrash.
Disco descarado y motivador de instantes donde el sufrimiento queda al margen a favor del disfrute sónico.
Nota:7
Autor: Suicider
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