Crítica: Vulcano - Eye In Hell (2020)

A nivel mundial, las iglesias cristianas se convulsionaron desde sus cimientos en la noche del 4 de febrero de 2025. Sufrieron una especie de terremoto aislado, resquebrajándose el piso hasta abrir una profunda grieta. De allí emergieron centenares de siervos de Satán que comenzaron a hacer estragos en la Tierra. El caos y el miedo se adueñaron de las calles de inmediato. Nadie estaba a salvo. La situación fue digna de una mala película de terror de serie b. Sin embargo, era real. Satán, en un último intento por dominar el plano astral humano, consiguió maquinar aquel plan maestro que le daría el control del planeta que tanto orgullo le provocaba al Todopoderoso. Tal vez no podría volver jamás al Paraíso, pero haría de ese gigantesco trozo de roca el suyo propio…
Bienvenidos al universo de Vulcano.

Mighty Music, tendrá el grandísimo honor de lanzar al mercado el nuevo trabajo de los míticos Vulcano llamado «Eye in Hell» el próximo13 de marzo de 2020.

Su actual alineación es: Zhema Rodero (guitarra), Luiz Carlos Louzada (voz), Carlos Diaz (bajo), Gerson Fajardo (guitarra), Bruno (batería).

Una vez más, estamos ante una agrupación de la vieja guardia que a pesar de todos sus años en activo patea el trasero sin problemas a la inmensa mayoría de grupos de nueva hornada dentro del género que practican. «¿Y cuál es ese estilo?, no lo has comentado» estaréis diciendo algunos novatos ¿verdad? Yo os lo digo. El quinteto de Brasil nos regala en cada Elepé una buena ración de Thrash Metal que bebe cuando le viene en gana de los mejores atributos del Death y del Black más clásico. En esta ocasión, se han marcado una OBRA MAESTRA. Sí, habéis leído bien camaradas. ¡Vaya tela!, cada vez es más difícil que yo disfrute de verdad con un álbum, y con el que hoy protagoniza las líneas que ahora leéis lo he hecho cual niño pequeño el día de reyes. Los cortes son letales a más no poder, llegando a sorprender en ocasiones con unos giros rasantes de camino magistrales. Además, la producción está a la altura de las circunstancias, siendo poderosa y nítida a partes iguales.

Punzantes y siniestras resultan las seis cuerdas. La celeridad y la fluidez no faltan, al igual que tampoco las inclusiones de tremolo picking cuando la ocasión lo requiere. Ojo a los solos. Tal vez no sean un ejemplo de técnica, mas si lo son de energía. Transmiten rabia, cosa que muchos virtuosos intentándolo no lo consiguen.

Siempre abrasivas son las voces. Como anécdota, nos ofrendan leves pinceladas de growls. ¿Dónde? No os lo cuento, descubridlo por vosotros mismos.

Las bass line tienen presencia en ‘Dealer of My Curse‘, ‘Inferno‘ y ‘Eye In Hell‘. Sentíos libres de comentar que os pareció a vosotros en nuestra web o en la publicación de Facebook donde incluyamos la review la labor de Carlos Díaz.

A toda mecha van los tambores. Por supuesto que existen los mid tempos, no obstante, lo que predomina es la celeridad. ¿Hay «golpes relámpago»? Si os habéis hecho esa cuestión la respuesta es sí.