Crítica: Mecalimb - Collector Of Souls (2020)

Adoro la sensación. A cada alma que absorbo, me siento más y más fuerte. Mientras lo hago, observo con sumo placer como mis víctimas se van consumiendo lentamente. El proceso suele durar unas dos horas. Durante ese intervalo de tiempo, aquellos a los que les succiono el ánima están tan conscientes como inmóviles. Su cuerpo comienza a envejecer más rápido de lo normal, hasta que acaban convertidos de forma literal en polvo. Agonizan en silencio hasta que pierden el conocimiento… Algunos me conocen como el cosechador de espíritus. Llegué a la Tierra por accidente, descubriendo que el astro azul era un criadero natural de seres inferiores de los cuales podía alimentarme…
Bienvenidos al universo de Mecalimb.

El 14 de febrero de 2020, WormHoleDeath lanzará el nuevo E.P de los Melo Death Groove metaleros Mecalimb llamado «Collector of Souls».

El grupo lo forma: Ole Olsen (guitarra y voces), Dag Kopperud (bajo y voces), Marius Pettersen (batería), Tom Angel (guitarra), Robert Arntsen (voz).

¿Os he comentado alguna vez el enorme problema que tengo cuando leo la etiqueta «Groove» en la actualidad? Seguro que en alguna reseña a lo largo de estos ya cinco años he dejado de caer mi parecer. Hoy por hoy, la forma de hacer el estilo que acabo de nombrar para mí es sinónimo de aburrimiento y estática compositiva. Gracias a Odín, el quinteto sueco lo sabe mezclar de buenas maneras con «Metal Muerto Melódico», creando un hibrido convincente. Sin que se pueda llegar a tirar cohetes, las tonadas son variables e intensas, incluyendo alguna sorpresa en forma de «golpes relámpago» que resultan gratificantes. La producción es cristalina, mientras que la portada deja mucho que desear.

Punzantes a la par que fluidos y contundentes son las seis cuerdas. Sin que lleguen a abusar de ellas, no faltan las dobles armonías. De forma puntual, introducen partes pausadas a la par que siniestras. Los solos cumplen a la perfección su cometido.

Con la única excepción de ‘Visions of Blood‘, donde introducen un registro barítono narrado, en el resto de cortes lo único que degustaréis son guturales agudos rasgados.

Los parches, como ya apuntaba en el párrafo principal son dinámicos. Tal vez, la sensación generalizada es que predomina más los mid tempos que la celeridad, mas no falan las raciones de rapidez en el aporrear de tambores.

Destacaría ‘Total War‘ y ‘Visions of Blood‘ gracias a que exhiben unos blast beats que sin duda os dejarán sin aliento.