La sangre chorreaba altar abajo mientras que la joven aún convulsionaba. Mientras tanto, el hechicero le daba pequeños sorbos al cáliz repleto de sangre de la víctima. Todo había salido según lo previsto. Un año más, la ofrenda a Satán se había realizado con éxito. Cuando terminase de ingerir todo el líquido escarlata limpiaría el lugar, se pondría de nuevo su inmaculado traje y volvería a la oficina. En unos días, fingiría primero preocupación y después tristeza por el fallecimiento de la muchacha. Ella era su secretaría. Desde el primer momento la vio como una presa fácil. No tardó más que unas semanas en engatusarla. Después de lo que parecía una velada maravillosa la drogó para usarla como sacrificio al Rey del Averno. Era la segunda que mataba, y si tenía cuidado, podría seguir honrando al Diablo toda la vida…
Bienvenidos al universo de Skjult.
La One Man Band de Black Metal Skjult, lanzó el 17 de marzo de 2020 su segundo L.P «Lucifer Hominum Salvator» gracias a Satanath Records.
Conspirator es el hombre que está detrás del proyecto, haciéndose cargo de todos los instrumentos y las voces.
Hermanos del «Metal Negro», no os podéis perder el tercer disco del cubano. Los temas, además de estar cargados con una maldad insana, demuestran un dinamismo estructural extraordinario. Sin embargo, no todo es maravilloso. Con vuestro permiso, procedo a explicarme. Es cierto que de forma individual y aislada las instrumentales ‘The Way Back to the Source‘ y ‘The Fall‘ funcionan bien. El problema llegó al colocarlas una detrás de otra, ya que acaba por restarle intensidad a la escucha del Elepé. Crean un innecesario parón que sin duda pasa factura a la hora de puntuarlo. No quiero que penséis mal, vais a disfrutar como cerdos revolcándoos en un charco de barro con la escucha del redondo en cuestión. No obstante, hubiese sido una mejor experiencia sonora con tan solo poner los tracks anteriormente mencionados en posiciones donde no sonasen de forma correlativa.
La producción es perfecta, mientras que el artwork es efectivo a la par que nihilista.
Escalofriantes y más frías que un tempano de hielo son las seis cuerdas. El escaparate de riffs por tonada es digno de ovación teniendo en cuenta del género que estamos hablando. Las acometidas de tremolo picking os van a dejar traumatizados. Las dobles armonías, sin que se abusen de ellas están presentes a lo largo del Long Play.
El registro que predomina es el shrieks más macabro. Como sorpresa, toparéis con tonos susurrantes y clean vocals en…. Descubridlo por vosotros mismos.
La percusión os volará los sesos. ¡Tremendo festival de cambios de recorrido!
Recalcaría ‘Under the Serpent’s Banner‘, ‘The Sight‘ y ‘A Star Down Below‘. Os aseguro que son acongojantes. Prestadle especial atención, hacedme caso.
http://https://www.youtube.com/watch?v=p-dHKoUEjdU
Poco más puedo añadir. Juzgad por vosotros mismos. Para hacerlo solo podéis hacer una cosa: oírlo en su totalidad al Long Play que ha protagonizado la reseña de hoy.
Nota: 8
Autor: Chus
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