El pasado 19 de mayo, Metallica lanzó otro de sus directos de la serie MetallicaMondays, los cuales son emitidos semanalmente, a través del canal oficial de Youtube de la banda y a su vez, tienen la finalidad de recaudar fondos para la fundación creada por ellos mismos, llamada All Within My Hands, la cual ayuda a crear comunidades sostenibles a través de la educación y la lucha contra el hambre.
En esta ocasión, se trata de un directo grabado, montado y dirigido por Tom Hilbe (This Town Productions), el día 12 de agosto de 1983 en la sala The Metro de Chicago, Illinois.
Broken Tomb no ha querido perdérselo, así que os invitamos a realizar juntos este viaje al pasado a lo largo de las siguientes líneas.
Unas semanas antes, Metallica habían lanzado un álbum que sentó las bases del Thrash Metal y que cambió la historia del Metal para siempre. Lógicamente, estamos hablando del “Kill ‘Em All”; trabajo que, personalmente, es uno de los mejores discos que se han lanzado nunca.
Tal como explica Lars Ulrich en la presentación del vídeo, esta actuación no es la primera vez que ve la luz, pues anteriormente había sido incluída en formato DVD en la edición Deluxe del Box Set del “Kill ‘Em All” del año 2016.
Esta grabación contiene una peculiaridad, pues la grabación del sonido no empezó hasta después de haber tocado ‘Hit the Lights’, ‘The Four Horsemen’ y una buena parte de ‘Jump in the Fire’, por lo que el comienzo del concierto se realiza prácticamente al final de ‘Jump in the Fire’.
Seguidamente, unos jovencísimos Metallica continúan con ‘Phantom Lord’, canción que aúna melodía y potencia a partes iguales, en el que vemos a un recién entrado al grupo, Kirk Hammet, imprimiendo un solo tremendamente vertiginoso y repleto de fuerza, así como un James Hetfield realmente carismático y con muchas ganas de comerse el mundo, algo que, desde luego, acabaría consiguiendo con el paso de los años, así como a Cliff Burton sin parar de hacer headbanging e imprimiendo ese sonido característico, en el que combinaba tanto velocidad como experimentación.
Continuando con el show, presentarían ‘No Remorse’, en la cual se muestran las habilidades musicales que contenía la banda a través de los variados cambios de ritmo, mención especial para Lars Ulrich a lo largo de todo el tema, y en donde, una vez más, Kirk Hammet vuelve a lucirse con sus solos, certificando que su entrada en la banda había sido una gran elección a la hora de sustituir a Dave Mustaine. Tras ‘No Remorse’ llega el momento álgido de Cliff Burton y su solo de bajo en ‘Anesthesia – (Pulling Teeth)’, track que había compuesto Cliff para su anterior banda, llamada Trauma y por la que entró a tocar en Metallica, ya que cuando James y Lars le vieron tocar el solo con su anterior agrupación, le invitaron a formar parte de Metallica. El solo tiene una duración de cuatro minutos y en el se imprime todo el virtuosismo que Cliff Burton había alcanzado sobre su instrumento, así como sus dotes de composición, arreglo y sus múltiples influencias.
Llegando al tramo final del concierto es el turno de la violenta y veloz ‘Whiplash’ seguida del ya clásico ‘Seek and Destroy’, canción que, personalmente, pienso que contiene la mayor influencia de la NWOBHM, movimiento que comenzó su auge a partir del 79 y que a su vez, sentaría las bases del Thrash Metal y subsiguientes estilos.
Tras ‘Seek and Destroy’, Kirk Hammet realiza un solo de guitarra demoledor en el que sufre un percance, ya que en un descuido por parte de este, el público le quita la guitarra, aunque consiguen recuperarla y finalizar el concierto con ‘Metal Militia’, un auténtico himno rápido y agresivo, a lo largo del cual Hetfield explica que el álbum debut iba a llamarse “Metal Up Your Ass”, pero la compañía no les dejaron e invita a acabar con todas las compañías discográficas.
En definitiva, Live in Chicago es un gran documento audiovisual en el que vemos el comienzo de Metallica y como la gran mayoría de bandas, esta contenía una gran fuerza y lo daba absolutamente todo en cada uno de sus conciertos. Metallica renegaba de la industria musical y lo único que querían era tocar y desahogar toda la rabia a través de composiciones violentas, algo que, sin duda, daría lugar a un género que pasaría a la Historia de la música.
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