Crítica: Nemesium - Continua (2020)

El engendro, mientras me desgarraba el alma iba destrozando de forma lenta mi cuerpo. De sus fauces, emergieron un centenar de terribles tentáculos que conseguían apresarme. Sentí una sensación de asfixia que aumentaba a cada segundo que pasaba. No es la primera vez que ocurre. La situación no es nueva para mí. Sin embargo, he notado que, con el paso de los años, cada vez tiene él más el control. No sé hasta qué punto voy a poder mantener viva la única parte que me queda. La última contienda me dejó tan agotado…Soy consciente que la lucha tan solo acabará le día que muera. No tengo esperanza de que exista un más allá. Tan solo tengo la certeza que una vez la parca venga a por mí conoceré la paz…
Bienvenidos al universo de Nemesium.

«Continua» es el título del primer L.P de los Blackened Melo Death metaleros Nemesium. Salió al mercado el 12 de junio de 2020 gracias a Black Lion Records.

¿Quiénes dan vida al combo?, pues, las siguientes personas: Justin Rhodes (batería), Chris McEwin (guitarra), Andrew Reid (guitarra), Clint Williams (voz), Marcus Ritli (bajo).

TALENTO. Sí, lo escribo en mayúsculas porque es lo que les sobra a los de Australia. Increíble debut, no tengo palabras. Estos tíos han conseguido la siempre difícil tarea de llegar a alcanzar el perfecto equilibrio entre brutalidad, y unas pinceladas de melodías que cuando irrumpen jamás resultan facilonas. De verdad, me quito el sombrero ante tremenda capacidad y clase compositiva. Para más inri, la producción es impoluta y el artwork aterrador. ¿Qué más se puede pedir?

Perpetuamente punzantes e intensas son las seis cuerdas. Usan generalmente las dobles armonías y los embistes de tremolo picking para crear sus riffs. Los solos no hacen acto de presencia siempre. Cuando llegan, pueden ser violentos o armoniosos según se dé el caso. Buena labor la de la lead guitar sí señor.

Existen dos tonalidades en lo que a voces respecta: growls de tintes profundos, y otros más altos y rasgados.

Anecdóticamente, en la única tonada donde las cuatro cuerdas se dejan notar es en ‘All for Them‘. En el resto, pasan tristemente desapercibidas.

La percusión, al igual que un tornado, arrasa con todo a su paso. Maravillosos giros rasantes de dirección y velocidad a troche y moche es lo que Justin Rhodes hace detrás de su kit de tambores.

Recalcaría ‘Archetype‘, ‘Annihilation Prophecy‘, ‘All for Them‘ y ‘Relive This Nightmare‘. Puedo prometer y prometo que cuando las catéis se os cortará la respiración. Advertidos quedáis.