Más de 20 años han pasado. Parece que fue ayer cuando decidí introducirme en.… llamémoslo por su nombre ¿vale?, la secta. Siempre pensé que este tipo de congregaciones eran cosas de personas de mente manipulable. Sin embargo, y a pesar de que tal vez sea así, lo que me ha reportado a nivel personal el formar parte de algo más grande que la humanidad misma no tiene precio. Al principio, tenía reservas con lo que hacíamos. No creía que ofrecer sacrificios de niños y mendigos al maestro fuese necesario. Con el tiempo, cambié de opinión. Tanto, que en ahora soy yo el que está empuñando el athame. Estoy a punto de clavar la daga en el pecho a un pequeño de no más de 8 años. Grita llamando a sus padres. Qué iluso…. jamás sabrá que precisamente han sido ellos quienes nos lo han ofrecido…
Bienvenidos al universo de Internal Suffering.
Originalmente, el debut de los Technical Brutal Death metaleros Internal Suffering «Supreme Knowledge Domain» se lanzó por Perverted Taste en 1999. Para la dicha de todos sus seguidores, y amantes de lo extremo en general, Satanath Records y Rotten Roll Rex lo reeditaron el 28 de abril de 2020. Fue ahí cuando tuvimos la excusa perfecta para volverlo a oír y de paso realizar la review que ahora leéis.
El line up que grabó el redondo en cuestión fue: Andrés García (bajo), Fabio Ramírez (batería), Fabio Marín (voz), Leandro (guitarra).
Si nunca habéis catado a los colombianos y os gusta el género anteriormente mencionado, es que algo va mal en vosotros. Su primer Elepé ponía de manifiesto su obsesión por la velocidad y las seis cuerdas rotundas a la par que enrevesadas. Cada tonada, es un hachazo en la mitad del cráneo, que acabará con vosotros de la forma más dolorosa que podáis imaginar. A pesar de ello, y para nuestra desgracia, la producción hizo que bajasen lo enteros de lo que podía haber sido una obra simple y llanamente perfecta. El sonido está demasiado saturado y sucio. Aunque con todo y ello, es imposible suspender o poner mala puntuación. Hermanos, cuando hay talento tan solo se puede hacer un par de cosas: reconocerlo y reverenciarlo.
Como os acabo de decir en el párrafo principal, las «hachas» son intrincadas y descarnadas hasta decir basta. Incluyen punzantes armónicos y embistes de tremolo picking cuando la ocasión lo requiere. Los que queráis solos no podéis perderos ‘Enter the Gate of Death‘ y ‘Summoning the Ancient Ones‘.
Anecdóticamente, irrumpen registros corales agresivos y malsanos que comparten protagonismo con los claramente predominantes growls. Lo que acabo de relataros ocurre en ‘Daemons Awakening‘ y ‘Enter the Gate of Death‘.
La percusión va a mil por hora. ¡Maravillosa ración de cambios rasantes de dirección y «gopes relámpago»!
Me llamaron especialmente la atención ‘Evil Sorcerers‘ y la ya nombrada ‘Enter the Gate of Death‘. Ponéosla y veréis.
Plástico recomendado para los auténticos amantes del «ruido» más sanguinario.
Nota: 7,5
Autor: Chus
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