Crítica: Irredemption - Eternal Mutilation Of Saturn (2020)

De repente, una especie de portal dimensional se abrió en el cielo, cubriendo la mayor parte de la Tierra. Del agujero cósmico, emergieron una especie de horripilantes seres formados por algo similar a la arena. Las consecuencias no se hicieron esperar. Crearon una terrible tormenta de partículas, tapando por completo la atmosfera del planeta. El oxígeno se tornó tóxico, acabando de forma agónica con la existencia de todo ser vivo. Los macabros visitantes, habían conquistado el planeta y exterminado a cualquier ser que pudiera ser una amenaza. Tan solo les quedaba una cosa: explotar los recursos del lugar hasta que convertirla en una gigantesca roca moribunda.
Bienvenidos al universo de Irredemption.

En agosto de 2020, Hecatombe Records y Base Record lanzarán el segundo L.P de los Death metaleros Irredemption llamado «Eternal Mutilation Of Saturn».

La actual formación del grupo es: Gaspar (bajo), Juan Carlos Pérez (batería), Juan Martín (guitarra), Manuel López (guitarra), Pedro Soler (voz).

Madre del amor hermoso, el disco de hoy tiene todos los ingredientes para convertirse en un clásico nada más salga al mercado. Las tonadas, más oscuras que el alma de Satán rezuman maldad y violencia por todos sus poros. Supongo que a muchos de los más jóvenes podrá parecerles un disco irregular precisamente por su crudeza, pero para los que ya peinamos canas, no podemos poner muchas pegas, todo lo contrario. Ahora bien, ¿las hay?, la respuesta es sí. La producción a nivel de distorsión y volumen de los instrumentos es muy vieja escuela, transportándonos de inmediato a los primeros años del género en cuestión. Sin embargo, el tratamiento que se le ha dado a la voz chirría un poco. A su vez, tampoco entendí la inclusión de tanta disonancia en lo que para mí es el único track que sobra del Elepé. Me estoy refiriendo a ‘Desert Eyes‘. Por lo demás, nada que objetar.

Hacía tiempo que mis maltratados oídos no se deleitaban con unas seis cuerdas tan insidiosas. ¡Qué maravilla hermanos! Juan Martín y Manuel destapan el tarro de las esencias y nos embadurnan con riffs fluidos, pesados, punzantes y ante todo siniestros. Da gusto toparse con una muralla sónica así. Por supuesto, disfrutaréis de embistes de tremolo picking, dobles tonos y armonías. La lead guitar trabaja lo justo y un poco menos, cumpliendo a la perfección su cometido.

Completamente inentendibles y cavernosos son los growls de Pedro. Como anécdota, se atreve con falsetes en la letal ‘Agression‘

Aceleración a tope y múltiples giros de dirección. Eso es lo que Juan Carlos hace tras su kit de tambores. No os digo nada y os lo digo todo.

Si obviamos la ya nombrada ‘Desert Eyes‘, las demás canciones son geniales. Aunque, sinceramente, me han volado especialmente los sesos la inicial ‘Saturn‘, con su toque de Melo Death con clase y ‘Agression‘ por su frescura.