Crítica: Tomorrow´s Rain - Hollow (2020)

La tormenta rugía ferozmente mientras que los rayos iluminaban el oscuro cielo. Mientras tanto, una alargada y siniestra figura caminaba por el cementerio, transportando una pala en su mano derecha. No parecía que supiese de forma exacta donde iba, caminando de forma nerviosa por todo el campo santo. Después de una hora, se paró en una de las porciones de tierra donde no había tumba alguna y comenzó a cavar. Hizo un agujero del tamaño de un sepulcro. Acto seguido, se arrojó dentro del hoyo. Una vez allí, se recostó. Cerró los ojos por un instante, aspirando el mortecino aire. Metió la mano izquierda en el bolsillo sacando una navaja. Desplegó la oxidada hoja y se rebanó el cuello. La sangre salía de la herida a borbotones. La agonía, a pesar de resultar corta fue intensa, pero valió la pena. Al fin pudo acabar con los demonios que lo atormentaban…
Bienvenidos al universo de Tomorrow´s Rain.

AOP Records con ayuda de Blood Fire Death, lanzarán el 11 de septiembre de 2020 el primer álbum de los Death Doom Gothic Rock Post Punk Tomorrow´s Rain titulado «Hollow».

La alineación del combo es la siguiente: Yishai Swearts (voz), Raffy Mor (guitarra), Shiraz Weiss (teclado), Yaggel Cohen (bajo), Yoni Biton (guitarra), Nir Nakav (batería).

El debut de los de Israel os sepultará bajo toneladas de melancolía y tristeza. Cada tonada emana una oscuridad fuera de lo común, que os arropará con su pesado manto hasta asfixiaros. Desde luego, los amantes de este tipo de propuestas van a quedar más que encantados, poniéndolo de seguro dentro de su top ten personal de lanzamientos del pandémico 2020 que estamos viviendo. Aquí todo está en su sitio, desde las composiciones, hasta la producción y el artwork. Que, por cierto, la portada, muestra de forma gráfica con lo que os toparéis una vez del deis al play al disco en cuestión de forma magistral.

Las seis cuerdas, como no podían ser de otra forma son pesadas hasta decir basta. Tropezaréis con dobles armonías creadas a veces con teclados. Asimismo, la lead guitar hace un trabajo impoluto, consiguiendo con cada solo emocionar hasta el más pintado. No faltan tampoco pinceladas de corte pausado o pasajes oscuros.

Ojo al festival de registros vocales. Tenemos growls, guturales agudos rasgados y clean vocals, en ocasiones susurrantes, pero siempre insidiosas.

Con la única excepción de ‘A Year I Would Like To Forget‘ donde Nir Nakav se atreve con una muy corta ración de velocidad, el resto del tiempo lo que predomina es la rotundidad en su kit de tambores.

Me llamó especialmente la atención ‘Misery Rain‘ por ser la tonada más poderosa de todas.