El disco que hoy comentaremos es el lanzamiento debut del proyecto one man band originado en Phoenix, Arizona, Thorn, conformado por un músico multiinstrumentista más conocido como guitarrista de Xeno Ooze y Glitter Bomb.
Catalogado como death-doom metal, «The Encompassing Nothing», es un EP liberado el 18 de septiembre pasado bajo la etiqueta Brutal Cave Productions.
Verdaderamente se trata de un álbum muy interesante por las influencias que va desarrollando a lo largo de los siete tracks que conforman el disco. Podríamos definir su base como un death más orientado hacia la oscuridad que a la agresividad, con ritmos muy lentos en su mayoría, aterradores, cercanos al doom metal, pero también por momentos tenemos otros ritmos que entran de lleno en el sludge metal y en el post metal.
Si bien lo predominante es la ausencia de melodía, también existen algunos estallidos breves de melodías oscuras y depresivas.
La instrumentalización es la básica de una banda de rock/metal: bajo, batería y guitarras, no hay nada extraño a estos géneros en la música, ni sonidos ambientales, ni otra clase de instrumentos. Lo que más destaca en la composición es la guitarra sumamente grave y cargada, muy distorsionada, y la batería, la mayor parte del tiempo rápida y aportando un poco de agresividad, aunque no alcanza para modificar el espíritu lúgubre de las composiciones.
En cuanto a las voces, no abandonan el gutural en casi ningún momento, en la modalidad de growl, hay una notable excepción con el track nº 5, que comentaremos en seguida, donde se oye de fondo una recitación con voces limpias, poco inteligible. Otro detalle es un efecto creado sobre las voces, una especie de eco que las torna un tanto incomprensibles, pero que crea la sensación de que estuvieran en el fondo de una caverna y produce el mencionado efecto aterrador.
Algunos cortes a destacar: el disco inicia con una introducción: ‘Chasms of Rust‘, cortita pero contundente, que es un aperitivo para lo que oiremos seguidamente y uno de los pocas tonadas con la batería completamente lenta, sin variaciones rítmicas.
Otro tema interesante es ‘Old Father Below‘, donde se explora el sludge metal. Esto se evidencia en la batería, que suena más cercana al hardcore que al death o el doom, igualmente la guitarra, mucho menos melódica, uno de mis tracks favoritos.
Y finalmente ‘Returning to dust‘, canción en la que la banda se involucra más con la experimentación, y juega un poco con el post metal. El riff de guitarra sorprende con mucha melodía y muy poca distorsión, la batería también, es bastante lenta y cercana a otros géneros del rock, más bien progresiva que de metal extremo; un corte diferente en lo que es la atmósfera general, ya que, las voces son limpias y en forma de recitación, y, sin el toque del gutural, pierde el efecto aterrador y se vuelve más bien depresiva.
Para mi este disco es muy bueno, las fusiones entre los diferentes estilos se llevan a cabo felizmente y el desempeño instrumental también es competente. Punto extra por la frescura con la que renuevan dos géneros de por sí muy desarrollados (death y doom) aportando un sonido más novedoso que los renueva.
Además tiene el acierto de ser un disco para todo mundo, ya que los amantes del sonido extremo más bien conservador, estarán felices con este álbum, porque mantiene las bases rítmicas de los géneros dominantes en la producción. También estarán felices los que son algo heterodoxos y prefieren las fusiones del metal extremo con algo más, puesto que tendrán una serie de sonidos poco convencionales para disfrutar. Incluso los que no son seguidores de metal extremo en absoluto, podrían disfrutarlo, ya que, si bien es un disco pesado y oscuro, no abandona totalmente las líneas musicales melódicas que pueden resultar atractivas a este tipo de auditorio. A mi modo de ver las cosas, es una realización más que interesante.
Nota: 8
Autora: Irene Adler
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