Crítica: Votov – I.X.X.I. (2020)


¿Acaso existe alguna diferencia entre las balas y el dinero? Ambos objetos matan personas. Incluso se canjea el maldito papel porque tipos como yo hagan de sicarios. A veces, siento que he nacido para ello. Otras, ni tan siquiera me puedo mirar al espejo. Supongo que soy de esos asesinos a los que en su interior les queda un resquicio de humanidad. Por supuesto, el todopoderoso dólar hace que la conciencia se aplaque. El último encargo parecía simple. Debía acabar con un ricachón venido a menos que había decidido plantar cara a mi jefe. Cuando irrumpí en el caserón para matarlo, resultaba que estaba con sus hijas. Ambas, no tendrían más de siete y cinco años. Les metí plomo a todos. El problema es que meses después, mi conciencia no ha parado de recriminarme lo que había hecho. Me estaba volviendo loco. Creo que solo hay una salida. En unas horas me volaré la cabeza. No puedo seguir viviendo así…
Bienvenidos al universo de Votov.

«I.X.X.I.» es el título del segundo L.P de los Death metaleros Votov. Vio la luz el pasado 14 de agosto de 2020 gracias a CDN Records.

El grupo lo conforma: John Duke (bajo), Chuck Labossiere (guitarra y voz), Derrick Kroll (batería).

Los canadienses ejecutan un «Metal Muerto» contundente y efectivo, donde la celeridad pasa no a un segundo, sino a un tercer plano. En el buen sentido de la frase, en líneas generales las tonadas son lineales y de fácil escucha. Sin embargo, sí que es cierto que existen pinceladas leves de frescura a lo largo y ancho del Elepé, consiguiendo así que los aproximados 32 minutos de música se hagan aún más amenos. La producción es nítida e impoluta. Lo que no ha terminado de convencerme demasiado ha sido el artwork. La portada no llama demasiado la atención, ¿no creéis?

Entrecortados, mastodónticos y a veces decadentes son los riffs. No se olvidan del tremolo picking ni de la fluidez, mas lo predominante lo acabáis de leer en el inicio de este nuevo párrafo.

Growls y solo growls en el apartado vocal. Olvidaos de dobles tonalidades o moderneces innecesarias en forma de clean vocals melódicas.

La percusión va a medio gas. Los up tempos y los blast beats van a cuentagotas, y a decir verdad, al irrumpir no resultan trepidantes.

El track que más me gustó fue sin duda ‘Pacify the Enslaved‘. Echadle un oído, no os arrepentiréis.

El álbum que hoy os he comentado no va a cambiar vuestra vida. No obstante, sí que os hará pasar un buen rato.

Nota: 6,5
Autor: Chus

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