Hasta no hace mucho, el atardecer era su momento preferido. Ambos se sentaban afuera, disfrutando tanto de lo que veían como de la compañía mutua. Reían, hablaban, y ante todo se amaban. Los dos tenía la sensación de que el tiempo se paraba por unos segundos asegurándoles que siempre iban a estar así. Sin embargo, un accidente de coche lo cambió todo. En tan solo un abrir y cerrar de ojos, la persona que más amaba, la única que le daba sentido a su vida, dejó de respirar para siempre. Había sido responsable de aquello. Si tan solo hubiese sido más precavido aún estaría a su lado. Una vez salió del hospital, tenía muy claro que tenía que pronto estarían juntos de nuevo. Fue a casa, sentándose en el porche por última vez. En su mano derecha tenía un frasco de pastillas. Despacio, fue tragándose las capsulas una a una. El último ocaso había llegado.
Bienvenidos al universo de Invernoir.
BadMoodMan Music, junto con Satanath Records y Solitude Productions lanzaron el 9 de octubre de 2020 el primer Larga Duración de los Gothic Doom metaleros Invernoir llamado «The Void and the Unbearable Loss».
Al combo le dan vida las siguientes personas: Valerio Lippera (bajo), Alessandro Sforza (guitarra y voces), Lorenzo Carlini (guitarra y voces), Flavio Castagnoli (batería).
El primer Elepé de los italianos irradia melancolía e ira por los cuatro costados. Las tonadas, construidas a base de dobles armonías apesadumbradas, encandilarán sin remisión a todos aquellos que busquen una buena banda sonora para días tristes, lluviosos y desesperanzadores. Su principal baza es la total y completa falta de fisuras, asegurándose así que no se pierda el interés conforme van transcurriendo los minutos.
Las seis cuerdas, perpetuamente dramáticas y contundentes os desolarán el alma de una manera que no alcanzáis ni a imaginar. Asimismo, como era de esperar son simplistas a la par que efectivas. Anecdóticamente, introducen pasajes pausados y alguna pincelada realmente leve de guitarras acústicas.
Dentro del apartado vocal tenemos de todo: growls profundos, guturales agudos rasgados y clean vocals.
La percusión en todo instante va a medio gas. No queráis ni intentéis hallar sorpresas de ráfagas de aceleración, que no hay ni una.
Desde mi punto de vista, las mejores tonadas son: ‘The Path‘, ‘The Burden‘ y ‘At Night‘. Hacedme caso y echadle un oído.
Si vuestro espíritu necesita una buena ración de oscuridad, dadle el disco que hoy me he dedicado a comentaros.
Nota: 7
Autor: Chus
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