Crítica: Sterbefall – Verlorene Zeit (2021)


Siento que mi fin está cerca. He aguantado todo lo que he podido hasta ahora. Mis raíces, a pesar de ser kilométricas, ya no encuentran ni la más mínima pizca de humedad. Hubo un tiempo en el que la situación era por completo diferente. La ahora baldía y estéril tierra fue verde y fértil, aunque ya solo quedo yo para recordar los buenos tiempos…. Los pájaros e insectos andaban por mis ramas, dándome una indescriptible felicidad…. Todo cambió el día de la gran explosión. El brillo del sol se apagó considerablemente, y a partir de entonces, unas espesas nubes escarlata cubrían de vez en cuando un mortecino cielo repleto de sustancias degradantes y dañinas. Los humanos, la culpa de todo, como siempre, la tienen los humanos. Sus estúpidos experimentos y guerras nos han destruido…
Bienvenidos al universo de Sterbefall.

Los Post Black metaleros Sterbefall, lanzaron gracias a Satanath Records y Fog Foundation su cuarto trabajo «Verlorene Zeit» el pasado 23 de abril de 2021.

La formación del conjunto es: Dmitry (guitarra y voz), Michael (guitarra), Null (bajo), Artem (batería).

Grata sorpresa la que me he llevado al oír el disco que hoy os comento. De entrada, y desde el primer segundo de música, ha conseguido que entre de cabeza a la propuesta sónica. La culpa de ello, la ha tenido la espesa capa de melancolía que recubre todos y cada uno de los tracks. Espero que no estéis mal interpretando lo que acabáis de leer. Ni de lejos es un redondo facilón, mas si hasta cierto punto diferente y accesible. Asimismo, es de agradecer que la producción no sea un amasijo de ruido y que el artwork no sea otro maldito bosque nevado.

Dmitry y Michael forman un dúo de «hachas» realmente sólido. Consiguen aunar a la perfección emotividad, oscuridad y agresión sin problema alguno. Las dobles armonías son grandilocuentes a la par que tristes, y los embistes de tremolo picking os resultarán grises y punzantes.

Seguro que pensáis que hay clean vocals cada dos por tres ¿verdad? Pues os vais a dar con un canto en los dientes. Los registros son perpetuamente desesperados y aguerridos. Así da gusto.

No esperéis velocidad alguna en la percusión. Tan solo se atreven a pisar el acelerador de forma exclusiva en ‘Negativ‘.

Destacaría tanto la inicial ‘Kvlt‘ como la final e instrumental ‘Augenblick‘ como lo mejor del Long Play.

Señoras y señores, esto es «ruido» pesaroso de alto nivel. No dudéis en echarle una escucha.

Nota: 7
Autor: Chus

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