Crítica: Cirrosis Hepática – Bajo intoxicación (2021)


Podéis creerme cuando os digo que una vez lo tuve todo. Al verme, penaréis que tan solo estoy mintiendo. ¿Qué validez puede tener la palabra de un tipo borracho con olor a orina, verdad? Recuerdo a la perfección como llegué al punto en el que ahora me veis. A pesar de tener un buen trabajo, una cantidad de dinero importante y una mujer preciosa, sabía que nada de eso era real. O al menos no para mí. Una mañana desperté, y me di cuenta que lo único que había hecho con mi vida había sido cumplir las expectativas de todo y todos menos las mías. Fue entonces cuando la sensación de vacío que había ignorado durante tantos años resurgió con más fuerza que nunca. Nada me hacía sentir bien. Comencé a beber cada vez más. Solo alcohol, era la regla que me auto impuse. No tardé en dormir entre cartones. ¿Sabéis una cosa?, sé que no levantaré cabeza. A mi edad eso es imposible ya. No obstante, tengo la certeza que los años que me queden pasarán rápido. Casi no me daré cuenta, debido a que procuraré no bajar de mi maravillosa nube etílica. ¿Muerto en vida? Sí, aunque siento que la parca llegó justo cuando nací.
Bienvenidos al universo de Cirrosis Hepática.

«Bajo intoxicación», es el título del debut de los Death Goregrinders Cirrosis Hepática. El redondo fue lanzado por Base Record Production el 15 de junio de 2021.

La alineación del combo es: Gaspar (bajo y voz), Juan Psicopatía (guitarra y batería).

Sin concesiones ni absurdeces innecesarias en cuanto a lo que a la música se refiere, nos llega el primer Elepé del dúo internacional del género anteriormente mencionado. En un primer instante, he de reconocer que debido a la producción me chirrió bastante. Estamos hablando de frecuencias bajas en cuanto a la distorsión de las guitarras, no sé si me entendéis. Sin embargo, conforme iban transcurriendo las tonadas, la verdad es que terminaron no solo por convencerme sino también por hacerme disfrutar. Como era de esperar, a nivel de composición, no hay mucha complicación, pero es que tampoco hace falta. Agresión sónica extrema con unos buenos giros de dirección son sus características básicas, que hará que más de uno se vuela loco al catar el redondo.

Los riffs, fluidos y destensados os asfixiarán poco a poco mientras observan como os apagáis. Si la ocasión lo requiere, introducen pinceladas de tremolo picking.

Dentro del apartado vocal, el predominante growl ultra cavernoso, llega a compartir espacio con un escaso y anecdótico gutural agudo rasgado.

Las bass line tiene su hueco en tonadas como en ‘Violación de un prematuro‘ o ‘Maté a mi madre por un trago‘. En vuestras manos, o mejor dicho, en vuestros oídos dejo la opción de comprobar si hay más temas donde irrumpa el bajo. Yo lo comprobaría, ahí lo dejo.

La percusión es dinámica e intensa. Cierto es que no hay florituras, mas los cambios rasantes de recorrido están a la orden del día, y yo que lo agradezco.

Maté a mi madre por un trago‘, ‘Desperté con sangre en mis manos‘, ‘Psíquico‘ y ‘Succionador de Fluidos‘ son mis canciones favoritas. Ah, por cierto, meted en el saco también a la instrumental ‘Alquilada por adicción‘.

Los amantes de la barbarie sónica sabrán apreciar el disco que hoy me he dedicado a comentaros como se merece. ¿sois de esos?

Nota: 7
Autor: Chus

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