Desde el mismo día de su nacimiento, el consejo de hechiceros fue consciente del terrible poder de destrucción que poseía. No podían arriesgarse a que el infante acabase por revelarse no solo contra ellos, sino contra el mundo entero. Decidieron mantenerlo en estado de suspensión de forma indefinida. El hechizo, era simple de realizar, pero complicado de romper. Respecto a su madre, murió en el parto. La joven fue tan solo una víctima más del malvado ser proveniente de la cuarta dimensión conocido como Qak, violada durante meses antes de ser desechada como si de un trapo viejo se tratase. Fue arrojada en mitad del bosque, y encontrada en un lamentable estado. Los brujos, tenían la esperanza de cuando llegase el momento de la batalla final, pudiesen drenar el poder que contenía el pequeño cuerpo del retoño, hacerlo suyo y canalizarlo contra tal terrible enemigo…
Bienvenidos al universo de Pestilence.
El 6 de septiembre de 1991, salió al mercado gracias a R/C Records el tercer trabajo de los Death / Death Thrash metaleros Pestilence «Testimony of the Ancients».
Para regocijo de todos los fanáticos de la música radical, Hammerheart Records lo reeditará con material extra el 24 de septiembre de 2021.
La alineación que en su día grabó el redondo fue: Patrick Mameli (guitarra y voz), Patrick Uterwijk (guitarra), Tony Choy (bajo), Marco Foddis (batería).
Madre del amor hermoso, ¿qué puedo decir sobre este disco que no se haya dicho ya? Los holandeses rompieron el molde con su tercer trabajo. Sin perder ni un ápice de la potencia mostrada en «Malleus Maleficarum» y «Consuming Impulse», decidieron mostrar unas estructuras más ambiciosas, levantando levemente el pie del acelerador, pero ganando versatilidad en todos los aspectos. Asimismo, la inclusión de tracks de corta duración y de carácter atmosférico e introductorio, antes de lo que podríamos denominar como los platos fuertes les vino de perlas, ya que la sensación de desasosiego y terror era aún mayor que en el pasado. Es curioso, porque a lo que a mí respecta, suelo odiar las intros, mas las aquí exhibidas creo que son geniales. Asimismo, la producción también fue mucho más pulcra que en el pasado, por no hablar de la inquietante portada. Y es que, sin duda, fue el disco que mostró el cenit compositivo del combo, elevándolos al estatus de leyendas.
Como aliciente, para los que ya tengan el plástico y duden si hacerse o no con el relanzamiento en cuestión, os informo que adjuntan un segundo redondo, con tracks grabados en vivo en el Dynamo Open Air de 1992. ¿Qué más se puede pedir?
Las seis cuerdas son afiladas y macabras hasta decir basta. Fluidez, rotundidad y maldad en estado puro. Poca broma con los punzantes solos.
No sé si os pasó a vosotros en su momento, pero a mí, los registros vocales de Patrick Mameli me recordaban muchísimo al tono del gran John Tardy de Obituary, sin que alargase tanto el grito al final de las frases, no sé si me explico.
En la percusión, y como ya apuntaba en el párrafo principal, sin que dejaran de lado ni mucho menos los up tempos, ya no era lo único que había, alcanzando el equilibrio perfecto entre celeridad y contundencia.
¿Temas a destaca? Bueno, en realidad todos. Señoras y señores, esto es un clásico imperecedero e imprescindible. Si no os gusta «Testimony of the Ancients», es muy posible que en realidad no os guste el «ruido» extremo del más alto calibre.
Nota: 10
Autor: Chus
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