El joven, oculto entre los matorrales observaba perplejo lo que estaba ocurriendo. No podía hacer nada para salvar a sus amigos. Se sentía impotente y culpable por no ser capaz de al menos intentarlo. Pero ¿qué podía hacer él solo? De seguro lo capturarían y tendría el mismo destino que ellos. La macabra tribu indígena los iba a sacrificar en honor de su Dios. Los siguió durante varios kilómetros hasta llegar a un enorme lago. El hedor que desprendía toda la zona era insoportable. De repente, de las pestilentes aguas, emergió un ser monstruoso. El muchacho se quedó sin aliento. Lo que ocurrió después se le quedó grabado para siempre en la memoria. Los barbaros acercaron a los exploradores al engendro. Una especie de luz amarilla salió del cuerpo de sus queridos compañeros de aventuras. A todas miras, el resplandor eran sus almas, las cuales fueron devoradas por el monstruo. Seguidamente, los cuerpos cayeron a plomo al suelo. Los «selváticos», saltaron sobre los cadáveres y comenzaron a engullirlos, mientras que el esperpento emitía unos macabros alaridos en señal de aprobación….
Bienvenidos al universo de Sepultura.
Parece mentira, como pasa el tiempo ¿verdad? «Arise» el último disco de Thrash Death clásico de los brasileños Sepultura ha cumplido ya 30 añazos. Salió el 25 de marzo de 1991 gracias a Roadrunner Records.
La alineación que grabó tal tremenda joya fue: Max Cavalera (voz y guitarra), Andreas Kisser (guitarra), Igor Cavalera (batería), Paulo Jr. (bajo).
Después de «Beneath the Remains», el conjunto carioca lo tenía realmente difícil. Habían alcanzado un nivel extraordinario con dicho disco, y tenían la ardua tarea de igualarlo o superarlo. Desde mi punto de vista, no llegó a ser ni lo uno ni lo otro. Era obvio que agarraron el género que ejecutaban y lo exprimieron a más no poder, ofrendando un plástico perfecto. Sin embargo, he de confesar que siempre he preferido «Beneath the Remains» tan solo por resultarme más crudo y veloz. A pesar de ello, y gustos personales aparte, el redondo era compositivamente hablando intachable, más maduro y variado que su predecesor, convirtiéndose en un clásico instantáneo. Por desgracia, también fue el epitafio del combo. A partir de ahí, nada volvió a ser lo mismo. «Chaos A.D» fue, es y será un grandísimo trabajo, pero resultó el preludio de aburridísimas experimentaciones, marcha de miembros clave, toques étnicos innecesarios y de una vertiente Nu metalera soporífera que vendría con el pasar de los años. Aunque eso ya es otra historia.
Los riffs que crearon Max y Andreas eran maravillosos. La fluidez y la rotundidad se dieron la mano, creando un hibrido letal. Además, el sentido de la melodía de carácter dramático y espeluznante aumentó con respecto al pasado. Tal vez, los solos fueron menos «técnicos» que en anteriores asaltos. A pesar de ello, ganaron en frescura.
Los registros vocales eran magistrales a la vez. El tono de Mr Cavalera es único y realmente reconocible. Cosa que muchos, muchísimos a día de hoy no pueden decir de los growls que salen de sus aparatos bucofonadores.
Igor, ay madre, Igor. El otro Cavalera siempre ha tenido algo especial. Aporreó los parches como solo él podía hacerlo, exhibiendo una labor inmaculada. Como decía antes, dejó de ser tan desenfrenado, para abrazar y conseguir un buen equilibrio entre mid y up tempos.
¿Qué temas destacaría? Lo fácil sería decir que todos y no estaría mintiendo. Aunque lo justo es mojarse ¿verdad? En mi humilde opinión, el grueso del Elepé está en ‘Arise‘, ‘Dead Embryonic Cells‘, ‘Desperate Cry‘ y la final ‘Infected Voice‘.
Poco puedo decir más. Si sois veteranos, escuchabais, escucháis y escucharéis «Arise» hasta el día de vuestra muerte. Si sois novatos, no sé a qué esperáis para hacerlo. ¡Imprescindible!
Nota: 10
Autor: Chus
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