Hace tanto que morí…Claro, me ve aquí hablando con uted y piensa que estoy vivo ¿verdad? Sin embargo, creo que hay una diferencia abismal entre estar vivo y sentirse vivo. Cuando miro en mi interior tan solo veo un paraje desolado, carente de toda vida y esperanza. Supongo que el no sentirme querido y aceptado desde pequeño tuvo mucho que ver. La verdad, no recuerdo que mi infancia fuese especialmente feliz. Todo era gris y apagado. Vale, no me faltaba comida ni juguetes, y soy consciente de hay personas que lo han pasado muchísimo peor, aunque la carencia de atención, aceptación y comprensión fue brutal. Por el amor de Dios, desde que tengo uso de razón tengo un trastorno obsesivo compulsivo y ansiedad, ¡y nadie se percató de ello! He venido de forma voluntaria porque no puedo más. Necesito ayuda. Deme terapia, medicamentos, lo que sea. Ya no queda ningún rincón de mi alma que no esté muerto y no puedo sentirme más tiempo así….
Bienvenidos al universo de Terdor.
El 1 de octubre de 2021, Negra Nit junto con Blood Fire Death lanzaron al mercado el cuarto Larga Duración de los Black metaleros Terdor «De goddeloze tolgaarder».
La alineación del grupo es: Elshschappij Tovenaere (guitarra, bajo, batería), Lafawijn (voz).
Perplejo me ha dejado el nuevo Elepé del dúo de Países Bajos. Lo que en un principio iba a ser un asalto más de «Metal Negro», se convirtió en algo mucho más grande. La cantidad de matices y giros de dirección que los dos únicos tracks que lo conforman es enorme. De esta forma, logran no solo sorprender al oyente, sino que éste mantenga la atención en todo momento, espantando de un enorme manotazo el tan temido aburrimiento sónico, del cual adolecen millones de formaciones dentro del mismo tipo de Metal Extremo. Donde sí que creo humildemente que podían haber mejorado algo, ha sido en la producción. Las guitarras y el bajo suenan genial. No obstante, la percusión a veces se pierde por falta de volumen.
La cantidad de riffs que muestran las tonadas no es ni medio normal. Lo mejor de todo, es que aparte de los típicos arranques de tremolo picking y las disonancias, existen pinceladas de técnica extra y algo de prog que os dejarán pasmados.
Los escalofriantes y preponderantes shrieks dejan un minúsculo hueco para que aparezcan anecdóticamente clean vocals narradas en ‘B‘.
El bajo, tiene protagonismo a lo largo y ancho del plástico. Se agradece que las bass line asomen la cabeza y no pasen desapercibidas como suele ocurrir normalmente.
Los predominantes up tempos no dejan títere con cabeza. Aunque no penséis ni por un momento que esto es un sin parar de correr a la hora de aporrear los parches. Todo lo contrario. Elshschappij Tovenaere es muy consciente de cuando debe aflojar.
Si estáis buscando «ruido» desolador y de calidad, ya tardáis en haceros con una copia de «De goddeloze tolgaarder».
Nota: 8
Autor: Chus
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