Memorias De Un No Muerto: Kreator – Violent Revolution (2001)

Llevaba días recostado en la fría camilla, amarrado de pies y manos con gruesas correas de cuero. Le habían hecho todo tipo de operaciones experimentales. En ocasiones, sentía un dolor insoportable, aunque la inmensa mayoría del tiempo, era como si estuviese en una especie de limbo. Su mente daba tumbos en un lugar ficticio del cual no podía salir. En la última intervención que le practicaron, los lunáticos que lo mantenían en tal estado y situación, le contaron alegremente que pensaban abrirle el cráneo y dejar su cerebro varios días a la intemperie. Después tan solo volverían a coserlo. Le rogaron que no se preocupara. Justo entonces, recuperó por un leve instante la noción de la realidad. Gritó desesperado pidiendo clemencia sin obtener resultado alguno…..
Bienvenidos al universo de Kreator.

Queridos lectores de Broken Tomb, sin duda, el artículo que ahora estáis leyendo me va a ocasionar más de un quebradero de cabeza. Sin embargo, he sentido la necesidad de opinar abiertamente sobre «Violent Revolution», el décimo trabajo de Kreator, lanzado por Steamhammer el 25 de septiembre de 2001.

La alineación que grabó el disco fue: Mille Petrozza (guitarra y voz), Sami Yli-Sirniö (guitarra), Christian Giesler (bajo), Ventor (batería).

Después de dejar un trabajo abusivo en cuanto a sueldo y cantidad de horas trabajadas, tenía algunos ahorros. Por supuesto, todos ellos fueron gastados en su momento en música, o en algo relacionado con la música. Pues bien, al de leer en varias revistas especializadas las enormes críticas que estaba teniendo «Violent Revolution», decidí volver a darle una oportunidad al combo alemán. Anteriormente, ya me dejaron quemado con «Renewall» y su toque industrial, «Cause for Conflict» y su falta de chispa, y los completamente infumables «Outcast» y «Endorama», donde no tuvieron nada mejor que hacer que coquetear con el Gothic Metal y demás memeces.

Ni corto ni perezoso, pedí el disco a tiendas Tipo. Me enviaron una edición en Digipack limitada de 10000 copias. Lo abrí con ilusión e introduje el compac disc en mi reproductor. Conforme las tonadas iban pasando, la sensación de aburrimiento fue creciendo cada vez más. No veía por ninguna parte a «mis Kreator«, y mucho menos entendía las opiniones positivas que leía en todas partes de manera unánime. Me preguntaba una y otra vez si esos críticos de verdad habían escuchado el Long Play en cuestión.

El redondo, era predecible hasta extremos. Se basaba en primero meter un corte a medio tempo con exceso de melodía, para después pasar a una canción de inicio veloz que sobre la mitad se desinflaba en demasía. Cuando terminaba la canción a medio gas, sabías que le tocaba el turno a la acelerada, que irremediablemente perdería la garra sobre la marcha, para no recuperarla jamás. Y así una y otra vez. Con esa fórmula, se creó el Elepé. Lo peor de todo, es que nadie parecía ni parece darse cuenta. Intenté darle varias oportunidades. El mundo entero se rendía ante dicho plástico, y yo era incapaz de disfrutarlo.

Hoy por hoy, sigo sin entender como la inmensa mayoría de los metalheads alaban no solo «La Revolución Violenta», sino también todo lo que ha venido después en la carrera del conjunto teutón, que, dicho sea de paso, son igual de descafeinados.

Si buscáis «Metal Extremo» facilón, bien. Si por el contrario de verdad queréis calidad y agresión, no dejéis de escuchar sus primeros cinco trabajos. Eso sí fueron obras maestras.

Nota: 4
Autor: Chus

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