Crítica: Disharmony - Gods Made of Flesh (2022)

Subido en el púlpito, miró a la vacía plaza con aire de superioridad. Pronto todo el pueblo estaría a su merced. Con la ayuda de los tres dioses del caos, no habría fuerza humana ni sobrenatural que pudiese hacerle frente. Tan solo tenía que realizar con éxito el ritual para invocar a las macabras deidades. La empresa no era sencilla. Si cometía el más mínimo error, conocería el peor de los destinos. Su cuerpo se consumiría de forma rápida, mientras que el alma conocería un tormento indecible hasta el fin de los tiempos a manos de quienes pensaba controlar. Sin embargo, bien merecía la pena correr tal riesgo. No estaba dispuesto a seguir siendo un mortal más…
Bienvenidos al universo de Disharmony.

«Gods Made of Flesh» es el título del tercer Larga Duración del combo de Heavy Thrash Metal Disharmony. Fue editado el 26 de abril de 2022 gracias a Satanath Records, More Hate Productions y GrimmDistribution.

La alineación del grupo es: Christos Kounelis (voz), John Karousiotis (guitarra), Stefanos Georgitsopoulos (guitarra), Panagiotis Gatsopoulos (bajo), Nikos Miras (batería). Asimismo, cuentan con las colaboraciones de Matthew Dakoutros (Art Of Simplicy) al violín en ‘Under the Waves‘, Kostas Platanias (ex Bigus Dickus) con un solo en ‘Cruel and Bitter‘ y la garganta de Aspa Lambropoulou en ‘The Shores of Our Destiny‘ y ‘Under the Waves‘.

Que a nivel personal no me guste absolutamente nada un disco, no quiere decir que el trabajo no sea bueno. Eso es precisamente lo que me ha ocurrido con la nueva entrega discográfica de los griegos. De forma objetiva, os enfrentaréis a un Elepé ambicioso, diferente y, por así decirlo teatral. No temen mezclar diferentes géneros como el Metal Clásico, el Thrash Metal y algo de Prog para crear su personal propuesta. Todo ello, tanto si lo creéis como si no, acaba cuadrando a la perfección en el mundo sónico del conjunto, demostrando que los limites están para romperse.

Punzantes y dramáticas son las seis cuerdas. No faltan las dobles armonías, los ataques de palm mute y… atención… la inclusión anecdótica de tremolo picking en ‘Desertion‘. Tampoco tiene pudor en exhibir su cara más pausada. Los solos por su parte funcionan a la perfección.

Las voces son limpias y más bien altas. Le añaden efectos en la inicial ‘The Cynic and the Beggar‘. Por cierto, cuando menos lo esperéis, tropezaréis con tonos susurrados.

La batería tiende de forma clara a los mid tempos. La celeridad va a cuenta gotas. Ojalá en un futuro apuesten más por pisar el acelerador a fondo.

‘Nogard‘ y ‘Trigger of Pleasure‘ debido a su potencia extra, han sido los cortes que más llamaron mi atención.