Crítica: The Scum - The Hunger (2022)

Tenía la sensación de que llevaba sufriendo la maldición varias vidas completas. Sin embargo, la pesadilla comenzó hacía tan solo seis meses. Después de varias noches de acampada en absoluta soledad, fue atacado por lo que parecía ser una especie de lobo gigantesco. A duras penas, consiguió acabar con él y conducir hasta el hospital más cercano para que pudiesen curarle las heridas. Después de una milagrosa y veloz recuperación, las consecuencias no tardaron en aparecer. La primera vez que ocurrió la transformación fue indescriptible. Tanto los huesos, como la piel cambiaron por completo en una muy dolorosa metamorfosis. Era una locura, pero…. ¡ahora era un hombre lobo!…
Bienvenidos al universo de The Scum.

Satanath Records y Wild Noise Productions lanzaron el 18 de abril de 2022 segundo Larga Duración de los Death metaleros The Scum llamado «The Hunger».

El line up del grupo es: José Fernando Ospina (voz), Santiago De Los Ríos (guitarra), Mauricio Aristizabal (batería), Mateo Tabares (guitarra), Julián López (bajo), Sergio Gallego (guitarra).

Usar en los tiempos que corren el HM2 es por un lado apostar sobre seguro, y por otro lapidar por completo a la banda que lo use. Ciertamente, el sabor añejo que desprenden todas las agrupaciones que apuestan por dicho pedal gustará a un buen número de metalheads. Sin embargo, para otros, como me ocurre a mí personalmente, una vez suena por los altavoces el típico crujir de seis cuerdas que llevamos catando desde los primeros años del «Metal Muerto» sueco nos echamos a temblar. ¿Por qué? La razón es bien simple, no se diferencia una agrupación de otra. Si agarramos uno de los tracks que componen «The Hunger» y lo colocamos en uno de los millones de trabajos donde la marca «europea» sea la seña de identidad, tristemente no desentonará ni para bien ni para mal. No sé que pensaréis vosotros, pero no creo que algo así sea precisamente positivo….. ¿Es un mal plástico? No. Sin embargo, no llama en absoluto la atención, transcurriendo los casi 37 minutos que dura sin pena ni gloria.

Las «hachas» son todo lo oscuras que deben ser. Los fluidos y crujientes riffs lanzados por Santiago De Los Ríos, Mateo Tabares y Sergio Gallego son letalmente compactos. Asimismo, la lead guitar sin ser nada del otro mundo cumple.

No hay tonterías en el apartado vocal, cosa que es muy de agradecer. Nada de clean vocals ni experimentaciones innecesarias. Bien por José Fernando Ospina.

Sin olvidar los «golpes relámpago» ni los up tempos, la rotundidad tiene más espacio que la celeridad en lo que viene siendo el aporrear de los parches.

Destaco la final y abrasiva ‘Rogue‘ como lo mejor del asalto.