Crítica: Gravehuffer - ...Depart from So Much Evil (2023)

No seas tú mismo, no actúes diferente, no demandes cariño. En resumidas cuentas, no estorbes. A nadie le preguntan si desea venir al mundo. Muchos afirman que la vida es un regalo. Sin embargo, para otros es un tormento que se hace más y más insoportable con el paso del tiempo. Jesse jamás se sintió seguro, arropado o amado. Cuando parecía que al fin fue aceptado, resultó que en realidad tan solo eran una sarta de mentiras. Su triste alma no acababa de morir, pero agonizaría hasta el día en el que al fin abandonase un mundo al que nunca tuvo que venir.
Bienvenidos al universo de Gravehuffer.

«…Depart from So Much Evil» es el nombre del cuarto trabajo de Gravehuffer. Black Doomba Records se encargó de lanzarlo el 17 de febrero de 2023.

La alineación del grupo es: Travis McKenzie (voz), Mike Jilge (bajo), Ritchie Randall (guitarra).

Desde luego, una cosa me ha quedado clara a lo largo y ancho del redondo en cuestión: los americanos no tienen límites estructurales y compositivos. Su propuesta se basa en una amalgama de géneros que pasan por el Crust, el Grind y el Sludge. Son capaces de mezclarlos como les viene en gana sin tener el más mínimo temor de incluir elementos ajenos a todos ellos, como puede ser instantes atmosféricos. A título personal, reconozco que me han dejado algo… como decirlo… desorientado en ocasiones. A pesar de ello, solo por la corrosiva frescura que muestran tienen todos mis respetos.

Decir que las seis cuerdas son letales es quedarse corto. Lo mismo nos revientan el cráneo con riffs pesados y fluidos, que con ataques de tremolo picking, pasando por guitarrazos netamente crusties. Por si fuera poco, no se asustan ante la idea de usar guitarras acústicas ni partirnos la cara con efectivos solos si la ocasión lo requiere.

Violentos suelen ser los registros vocales. Tenemos growls profundos y guturales agudos rasgados. ¿Hay algo más? Pues sí. Anecdóticamente tropezaréis con clean vocals.

El equilibrio entre celeridad y potencia está bien llevado en lo que a percusión se refiere. Tenemos de todo para todos los gustos.

‘Slayberry‘ es mi canción favorita. Mención especial y obligada merece la final ‘Depart from So Much Evil‘ y sus aproximados 22 minutos de desarrollo.