Esputos desde el Infierno. En algún lugar del Exterior se dice que las cosas suelen cambiar para que todo siga exactamente igual. Por estos lares sulfurosos no padecemos este problema. No existen cambios perceptivos por el ojo y la mente humana, ya que ninguno de los que estamos por aquí somos humanos. Nada avanza ni retrocede. El estatismo es brutal. Es una concentración de espanto y desespero ante el Horror que todo lo cubre. Dentro de esta burbuja solipsista, coexisten circunstancias nigrománticas de magnitud inconcebible. El hecho mismo de poder llevaros estas líneas a través del Inframundo al vuestro es una de ellas. Imaginaros que os abrasáis sin haber fuego alrededor. Las llamas te carbonizan por dentro, de modo imposible. Al hacerse una pregunta sobre estas razones (si las hubiese), la respuesta surge con un millón de silencios. Otro ejemplo del modus mortus en el que estamos envueltos entre estas áreas de extensiones adimensionales es el encuentro con unos seres desmaterializados cuya voluntad plegada sin condiciones al Mal absoluto irrumpen invariablemente. Son personalidades de Muerte llamados Infernales que nos descubren los momentos de su historia marcada por un desvío de la Ley Natural entre los Nacidos. Aquí arderemos con los Infernales mediante palabras que describen hechos extrudidos para conocer las causas de su existencia sin escapatoria ni perdón por obra de la Tentación del Maligno, amo y señor de nuestro condenado destino.
El disco de hoy es «Drudge to the Thicket» (Esclavo a la espesura), el primer LP de Fabricant (un terceto de músicos practicantes de «Metal Muerto» del Área de la Bahía, técnico y progresivo, provenientes de California y formados en 2010, contando con una primera etapa hasta el 2014 y su vuelta fechada en 2019). Se lanzó en una edición limitada a 500 copias por el sello canadiense Profound Lore Records el 15 de septiembre de 2023, siendo su segundo trabajo tras el epé compartido en 2013 con los también americanos (ya inactivos) Apocryphon.
Hallamos una portada-pintura al óleo de corte impresionista de Nightjar Illustration, descubriéndonos un paraje desolado por el cese abrupto de la vida de un modo descarnadamente evocador. Tanto el nombre de la banda como el título del trabajo se nos presenta en un dorado viejo, siendo perfectamente legibles.
Encontramos una lista de diez temas con una duración total de 43:08. La producción es certera y limpia.
En el cedé se alternan los cuatro tipos de ritmos, del rápido inicial al muy rápido posterior, medio tiempo y lento.
La voz profunda es muy audible, con instantes elongados y otros recitados. Las guitarras dejan ritmos insidiosos de plástica elaboración con unos solos de intrincada ejecutoria.
Fijándonos en la parte rítmica, el bajo sin trastes compone una oda sensacional con un uso impactante de su sonido en una comprometida labor más que apreciable. Un ejemplo de ello es el brillante solo que se marca en la pieza ‘Song of Stillness‘ (Canción de la quietud).
La batería se desata en unos pasos de marcada técnica y creatividad a los parches, platos y doble pedal, revelando una afinación golpeadora y concienzuda.
Cabe destacar la inclusión en el apartado instrumental de sintetizadores ominosos tal como ocurre en la parte final del tema ‘Drudge to the Thicket‘.
Esputo final: Un disco reflectivo de complicada y abierta sensorialidad.
Nota: 7
Autor: Deader.
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