Crítica: Bodyfarm - Malicious Ecstasy (2024)

El mero hecho de pensar en como acabar con sus vidas ya era placentero hasta extremos inimaginables. Lo planeó meticulosamente durante meses, puliendo cada mínimo detalle para así evitar el castigo. Durante ese tiempo, llegó a tener la sensación que una vez lo lograse su vida perdería total sentido. Tal vez decidiera dejar de existir después, ya que habría logrado su mayor propósito. Le encantaría oír como suplicaban, observar sus ojos llorosos y desencajados rostros. ¿Por qué no pensaron mejor las cosas antes de hacerlo cada vez más pequeño. Lo humillaron tanto y de tantas formas posibles… Aunque todo aquello muy pronto no importaría…
Bienvenidos al universo de Bodyfarm.

El 22 de marzo de 2024, Edged Circle Productions lanzó al mercado el nuevo trabajo de los Death metaleros Bodyfarm llamado «Malicious Ecstasy».

Su line up es: Ralph de Boer (bajo y voz), Bram Hilhorst (guitarra), Alex Seegers (guitarra), David Schermann (batería).

Se podría decir que, a pesar de los casi cuarenta minutos que dura el asalto, estamos ante un Extended Play. La razón de afirmar algo así con un minutaje que dice todo lo contrario es la siguiente: solo contiene cuatro temas nuevos. El resto, son grabaciones en vivo de cortes creados en el pasado. Ahora bien, ¿vale la pena el material actual? Creo que esa pregunta que acabo de lanzar se responde sola, ¿no creéis? ¿Qué fanático del cuarteto en cuestión no querría catar composiciones recientes? Pero, es que además, si no conocéis a la agrupación y decidís darle una oportunidad a raíz del plástico que hoy os comento, vais a quedar más que satisfecho. Descubriréis una propuesta devastadora e intensa como pocas, con un nivel compositivo extraordinario. Y es que no sé que pensaréis vosotros, pero yo afirmo con rotundidad que a diferencia de otros, Bodyfarm nunca defraudan.

Como era de esperar, usan ataques de tremolo picking con cierto regustillo blacker si la ocasión lo requiere, además de riffs fluidos y letales como pocos. Los solos, lo mismo regalan melodía que furia, siendo realmente disfrutables.

Ni el más mínimo pero le puedo poner la registro vocal. Los growls de Ralph, salvando las distancias, pueden llegar a recordar a los de Peter de Vader, o al menos a mí me ha ocurrido tal cosa.

Abrasadora en todo momento es la percusión, con un equilibro entre celeridad y pesadez magistral.

La verdad, es que de las canciones de actual manufactura no sabría cual recomendar. Me han gustado todas bastante.