Crítica: Horned Almighty - Contagion Zero (2024)

Las llamas de forma literal tenían vida propia, Acompañaron al acólito en su lenta marcha por le largo pasillo de la seudo iglesia. Los símbolos cristianos habían sido mancillados y variados, mostrando a vírgenes actuando de forma lujuriosa o a ángeles masacrándose entre ellos. Aunque lo que más llamaba la atención era el cuerpo desmembrado de un desconocido. No se explicaba como podía estar sentado en el púlpito sin que el mismo peso lo hubiese derribado hacia un lado. Su rostro desencajado era similar al del hijo del dios cristiano. La boca estaba abierta, saliendo de ella un centenar de moscas y gusanos. Cuando al fin llegó al altar, las lenguas flamígeras rodearon al cadáver consumiéndolo en un solo instante. Las cenizas se arremolinaron, para un segundo después introducirse por todos sus orificios. Ahora, parte del alma del amo y señor del averno estaba en su interior….
Bienvenidos al universo de Horned Almighty.

«Contagion Zero» es el título del séptimo trabajo de los Black metaleros Horned Almighty. Fue editado el 5 de julio de 2024 por Soulseller Records.

Su line up es: S. Smerte (voz), Hellpig (guitarra), Haxen (bajo), Harm (batería).

Uff… La verdad es que no me ha convencido demasiado lo nuevo de los daneses. Su propuesta se basa en un «Metal Negro» ejecutado principalmente a medio gas, el cual, se acelera si la ocasión lo requiere. Sin ser objetivamente malo, los tracks van transcurriendo sin pena ni gloria, sin que casi nada llame la atención realmente. Sin embargo, los pocos instantes gloriosos hacen que se salve de la quema. Eso sí, por los pelos, al menos para mí.

Los riffs son obsesivos y fríos, construidos como era de esperar por dobles armonías y golpes de tremolo picking. Anecdóticamente, introducen momentos de palm mute.

Tampoco hay sorpresas, ni para bien ni para mal, en las voces. Venga el shriek ahí. Agradezco que no hayan metido clean vocals ni coros limpios.

Como ya os estaréis imaginando por lo que lleváis leído, el mid tempo campa a sus anchas en materia de percusión. No se olvidan por completo de pisar el acelerador a fondo cuando lo creen oportuno, pero lo que predomina es lo que predomina.

Por su salvajismo extra, os recomiendo ‘Darken the World‘.