Los crímenes de Valparaíso. Un profesor de física y matemáticas acudió sobre las 11:15 de la mañana del 17 de diciembre de 1999 al Liceo B-29 -hoy Liceo Bicentenario- de Valparaíso en Chile -ciudad que cuenta en la actualidad con una población cercana a los 300.000 habitantes-, su lugar habitual de trabajo -aún habiendo sido apartado del mismo como docente debido a las quejas frecuentes presentadas por el alumnado que provocó su redirección al departamento de administración del centro en tareas coordinativas de ciencias sociales-. Iba acompañado de su hija de tres años y buscaba encontrarse con el director, negándose éste a tratar con él. Tras dicha negativa, el profesor le disparó con una arma de fuego que mantenía oculta, provocando su muerte. También disparó sobre su hija con el mismo resultado criminal. Sus cadáveres serían hallados sobre las 11:40. Veinte minutos antes, el asesino se encaminó al Liceo Eduardo de la Barra, sede de la Corporación Municipal de Valparaíso, asesinando a tiros al director del área de educación del citado organismo. Después de esto, se personó en el gabinete del gerente de la CMV, al que apuntó con la arma de fuego. Disponiendo de una sola bala en el cargador, el profesor se disparó a sí mismo, hiriéndose de gravedad. Transcurrieron dos meses de ingreso en el principal hospital porteño hasta su recuperación, sufriendo la pérdida de visión en un ojo por el disparo autoinflingido. En mayo de 2000 fue declarado enajenado mental e inimputable por dos cargos de homicidio y uno de parricidio, siendo internado en un hospital psiquiátrico de Valparaíso. Recibió el alta médica en 2007 para a continuación establecerse en la casa de sus padres en Viña del Mar -ciudad actualmente con cerca de 335.000 habitantes-, donde se quitó finalmente la vida a finales de 2011.
El disco de hoy es «The Archaic Sanctuary (Ritual Body Postures)» (El santuario arcaico -posturas corporales de ritual-), el primer elepé de los chilenos Invocation (Invocación), tras el epé «The Mastery of the Unseen» (El misterio de lo oculto) de 2018 y su siguiente entrega también en el mismo formato titulado «Attunement to Death» (Sintonía con la muerte) de 2020.Son un terceto dedicado desde 2015 a la práctica de Metal Muerto y Oscuro.
El álbum que nos ocupa tiene como fecha de lanzamiento el 20 de septiembre de 2024 a través del sello alemán Iron Bonehead Productions en formato cedé, vinilo y digital.
La portada es un dibujo bicolor de texturas sombrías con detalles a descubrir en su simbología nigromántica, no presentando grafía alguna en su descripción exterior.
La producción obtenida en el Estudio Equinox de Rancagua en Chile es muy tangible y orgánica, frisando con la idiosincrasia de los años ochenta de manera muy lograda.
El listado de canciones lo conforman un total de ocho canciones de una duración similar, sumando un minutaje completo de 32:02. Los ritmos construidos son lentos, medios y rápidos.
La voz es rasgada y constrictiva, un despliegue reconocible de azufre estigio abrasador. En los temas ‘Metamorphosis‘ (Metamorphosis) e ‘Hypnosis‘ (Hipnosis) hallamos pruebas evidentes de un pacto calculado con el maligno.
Las seis cuerdas recurren en su partitura a la inveterada condición de oscuridad latente e infecciosa con líneas directas a la par que canónicas. Los solos en los cortes ‘The Psicopompos‘ (Los psicopompos, seres mitológicos conductores de las almas de los perecidos hacia las regiones del más allá) y ‘Venus of Laussel‘ (La Venus de Laussel, diosa de la fertilidad) impregnan de humo ceremonial los tímpanos complacientes e instigados hacia el abismo de los caídos en un caldero burbujeante de creatividad primitiva.
El bajo es predominante en un empleo contundente de las cinco cuerdas resonantes en temas como ‘Ecstasy Trance‘ (Trance estático) ‘The Psicopompos‘ o ‘Venus of Laussel‘ con apreciables segmentos de solo incluidos.
Su hermana rítmica a los parches, los platos -mucho oído aquí- y el pedal -magnífico- adquiere una clara atingencia trepidante y potenciada a mayor gloria de la vieja escuela ochentera, donde importaba más la marcación de la pauta que la técnica en sí misma, destacando sobremanera por intensidad y furia totales en el último corte ‘Hypnosis‘.
Coda: un disco de sensitiva inclinación al pasado con denominación personal suramericana.
Nota: 7.
Autor: Deader.
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