El tiroteo de Winder. El 4 de septiembre de 2024 se produjo en la escuela secundaria Apalachee de Winder -una población de unos 19.400 habitantes en el estado americano de Georgia- un tiroteo por parte de uno de sus alumnos de 14 años, provocando la muerte de dos estudiantes de su misma edad y de dos profesores de 39 y 53 años, dejando nueve personas heridas de pronóstico reservado -ocho estudiantes y un profesor-. El suceso se produjo sobre las diez de mañana, cuando el perpetrador salió del aula de Álgebra 1 y al querer volver a la misma empuñando un arma se le cerró la entrada, dirigiéndose al aula contigua donde accedió y disparó seguidamente. Una vez avisada la Policía a las 10:20 h, el asesino fue detenido en el mismo lugar de los hechos, viéndose rodeado y sin oponer resistencia. Posteriormente, el padre de éste -de 54 años- fue arrestado, enfrentándose a cuatro cargos de homicidio involuntario, dos cargos de asesinato en segundo grado y ocho cargos de crueldad hacia los niños, todos relacionados con las acciones de su hijo y con la posesión del arma, siendo ésta un regalo navideño del padre entregado al tirador el pasado diciembre de 2023. Ambos podrían pasar el resto de sus vidas en la cárcel tras los juicios subsiguientes. Se da la circunstancia que en el 2023 fueron interrogados por la oficina del Sheriff del condado, a instancias del FBI, debido a unas amenazas vertidas en internet en relación a una matanza perpetrada en otro instituto estadounidense, hecho negado por el niño en aquel entonces de 13 años. Sin causas probables para el arresto o la toma de medidas coercitivas, se alertó a las escuelas locales de un seguimiento continuado del joven. En relación al carácter del tirador, en plena formación, se reporta su manera de actuar tímida y tranquila así como su pertenencia a una desestructurada unidad familiar.
El disco de hoy es «The Sempiternal Wound» (La herida sempiterna), un trabajo compartido por dos formaciones catalanas unidas en su dedicación al Metal Muerto, cada una con sus matices. La fecha de lanzamiento en formato cedé, vinilo y digital es el 13 de septiembre de 2024 por la discográfica singapurense Pulverised Records y en formato casete por el sello estadounidense Iron Fortress Records.
Por orden de aparición, hallamos en primer lugar a Jade, un terceto que entrega un total de tres canciones de Metal Muerto Atmosférico, con una duración completa de 19:02, dando paso al dúo Sanctuarium, que aporta dos temas cantados de un estilo más ceñido a la unicidad clásica del género, sumando los restantes 18:31 del álbum. La escucha íntegra del trabajo no alcanza por poco los treinta y ocho minutos.
La portada es excelente, siendo una pintura de impactante visionado -con un uso magistral de colores yuxtapuestos- a cargo de una artista de Macedonia del Norte que cuenta con obras igual de interesantes para grupos como Code, Enosis, Ligfaerd, Sarvekas, SkyThala o SRD. No aparece ninguna descripción en cuanto a los nombres de las bandas ni el título del disco.
La producción de los temas de Jade es muy depurada y nítida, con esmero por el detalle. Los ritmos son lentos, medios y rápidos.
Las voces presentan distintos registros. El principal es profundamente denso e invocante junto a lamentos en limpio alargados en su línea vocal.
Las guitarras presentan una técnica incólume y sin aristas, accesibles en su condición punzante, con leves toques acústicos implementados. En los temas ‘Cascade‘ (Cascada) -que cuenta con un ensoñador videoclip- y en ‘Essential Formulas for Life Transition‘ (Fórmulas esenciales para la transición a la vida) destacamos un solo de apreciable ejecución técnica y un eficaz ejercicio solístico biselado respectivamente.
El bajo consigue llamar la atención por un uso táctil de ágil solidez rítmica, liberado de límites no asumidos.
La batería, a los parches, los platos y el doble pedal, es notable en su candente y temporal marcación de sonidos poderosos.
Respecto a Sanctuarium, encontramos bastantes diferencias que enriquecen la propuesta compartida, uno de los puntos fuertes a destacar de este trabajo conjunto.
La producción remite a los años ochenta, farragosa aún en su bien compartimentada distribución instrumental. Los ritmos son lentos y medios.
La voz está cargada de malignidad virada implosiva, con una horizontalidad oscura y pesarosa.
Las guitarras son herrumbrosas, de ominosa conformación estilística. El tema ‘Malodorous Osteophagy in Acrimony‘ (Osteofagia maloliente aguda) sorprende por un comienzo de ecos prohibidos inclasificables y una esencialidad próxima al Metal Apaleador, reafirmado por un solo pesadillesco de rápida inmediatez sensitiva.
El bajo se queda en territorio de escasez presencial, sin abstenerse del todo en su cometido rítmico.
La batería, a los parches, los platos y el pedal, exuda primitivismo enfermizo e infeccioso.
Coda: un disco con dos caras de una misma moneda, valiosa por su contrarrestada acuñación musical.
Nota: 7.
Autor: Deader.
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