Crítica: Vidres a la Sang - Virtut del desencís (2024)

Que siguiera respirando y moviéndose con relativa normalidad no implicaba que estuviera viva, o al menos no que se sintiera como tal. Cada mañana, al mirarse al espejo, observaba con suma tristeza como tan solo era un saco de piel cada vez más flácida y cada vez menos funcional. No tardaría en ser una carga para sus seres queridos, comprobando que tan prescindible se es cuando llega la vejez. En realidad, en su interior ya había muerto. Tan solo era cuestión de tiempo que las luces se apagaran para siempre. Tenía una mezcla de miedo y ansía porque tal cosa ocurriese. Por un lado, dejaría de sentirse así y alcanzaría la paz, pero por otro, ¿a quién no se le eriza la piel de puro pavor al pensar en la parca?…
Bienvenidos al universo de Vidres a la Sang.

Blood Fire Death, Negra Nit, Discos Macarras, Eternal Juggernaut Records, Abstract Emotions y Nafra Records lanzarán el 29 de noviembre de 2024 en vinilo el nuevo trabajo de los Black Death metaleros Vidres a la Sang llamado «Virtut del desencís». Por su parte, en la misma fecha, Eternal Juggernaut Records y Abstract Emotions lo harán en CD Digipack.

La alineación del grupo es: Eloi Boucherie (guitarra rítmica y voz), Albert Martí (guitarra solista), Cristian Vilches (bajo), Jordi Farré (batería).

La etiqueta de mixturas de géneros anteriormente mencionada, se le queda realmente grande al conjunto catalán. Desde su vuelta en 2018, han demostrado que, sin salirse de dicha mezcla, han sabido con maestría y soltura expandir sus fronteras, ofrendando una propuesta realmente única y diferente dentro del panorama Extremo. Puede gustar o no, mas lo que es innegable es que objetivamente son buenos. Como era de esperar, su más novedosa obra sigue la senda de sus trabajos más recientes. Eso se traduce en 6 cortes, a veces íntimos, perpetuamente dramáticos y puntualmente furiosos de alto octanaje. Desde mi punto de vista, lo considero más directo y sólido que su anterior «Fragments de l’esdevenir», siendo un viaje auditivo realmente interesante.

Las seis cuerdas contienen un sentido de la melodía realmente loable. Eloi y Albert nos conmueven con dobles armonías, toques de palm mute, pinceladas pausadas y atmosféricas y las precisas raciones de violencia. Asimismo, los solos… ay señor esos solos. No os digo nada y os lo digo todo. Si no os toca la fibra estos punteos es que estáis muertos.

Dentro de lo que son las voces, de la misma forma que degustaréis registros agresivos, también lo haréis con otros limpios. A su vez, no temen mostrar anecdóticos coros prístinos.

Es imposible ser más dinámico en la percusión. Jordi Farré hace una muy buena labor tras su kit de tambores.

Os recomiendo encarecidamente la inicial ‘Màrtirs‘ y ‘Records a l’oblit‘. Aunque bien pensado, sería un pecado dejarse atrás a ‘L’elegia dels innocents‘.