El regreso de Halloween. Ha llegado el momento demoníaco por excelencia del año: Halloween, del que ya escribimos escuetamente en la reseña de Arborescence of Wrath (Arborescencia de la ira) del 25 de octubre de 2023, se presenta de nuevo con una múltiple cantidad de disfraces aparentemente inocentes y la alegría repartida entre caramelos de ilusión festiva. Aquí, lugar de los condenados al sufrimiento eterno, se salta impaciente por esta fecha marcada a rojo en el calendario entre humos y cenizas de vitriolo, el sulfuro asfixiante del diablo. Es una marabunta de emociones padecidas por aquellos que dejaron de tener corazón al cometer actos de malignidad irreparable. La risa se mezcla con el llanto invariablemente en rincones de la mente -en caso funcional a nivel estrictamente primario- donde el aplastamiento del espíritu se convierte en una rueda oscura de pesadez devanada. El desconcierto de los muertos es el mayor límite conocido señalador de los puntos cardinales del insensible señor del mal ante el derrumbe humano, insondable por sus consecuencias en formas y maneras impenetrables para el común de los entendimientos. Discurrir se vuelve complicado por la desdicha sembrada en un vergel de podridos frutos marchitos horadados por el gusano del odio y la destrucción totales mientras la puerta a Halloween se abre con el cierre a la salvación imposible de una legión maldita despojada de su humanitarismo, antes incluso de la existencia física del propio tiempo.
El disco de hoy es la regrabación del larga duración «Ethos» (Conducta de la identidad de una persona o grupo) del cuarteto valenciano Litost, activo desde 2015. (Estado conturbado debido a la comprensión de la propia miserabilidad).
El disco original se lanzó en diciembre de 2019, mientras que la regrabación se editó en formato digital el 18 de octubre de 2024 de manera autogestionada. Las diferencias de sonido son palpables, sin querer decantarnos por uno u otro. Lo más indicado es escucharlos ambos y sacar conclusiones sobre los cambios producidos.
A nivel general, el germen del poder metálico de Metal Muerto Oscuro se mantiene en los dos discos ya que la composición de los temas en cuanto a atractivo continúa con fuerza renovada respetando la esencia oscura implementada desde su base.
La portada es enigmática en su simbólico tratamiento de la amenaza vital que supone la visión de una daga envuelta en una negrura matizada por un gris contrastador. El nombre del grupo es dificultoso de leer, aunque es indudable su refinada estética en el diseño, mientras que el título del álbum es demasiado reducido.
Hallamos un listado de temas en un número de ocho, siente cantadas y una calmada instrumental, suponiendo la escucha del disco una duración total de 36:32, con variada duración, siendo la pieza final ‘Tempesta‘ (Tormenta) la de mayor extensión -06:08- y la citada instrumental ‘Anacoreta‘ la de menor amplitud -02:38-. La producción es sensacional con un valor de potenciación aumentada respecto al álbum primigenio.
Los ritmos a escuchar son lentos, medios y rápidos.
La voz, que emplea el español como vehículo lingüístico, es reverberante, rasgada y febril, con partes en limpio de entrópica ejecución.
La guitarra es fibrosa a partir de un rasgueo melancólico no exento de rebeldía ante el destino final de lo no escogido, sin hallarnos solos en su partitura.
El bajo de cinco cuerdas es uno de los puntos más fuertes de este trabajo. Admirable en su pujanza rítmica, técnica e impecable, la labor del nuevo bajista del grupo, incorporado en este mismo año, es descomunal. En la pieza ‘Borrasca‘, desde el 03:37 hasta el 04:07 se marca un solo de productiva emotividad desembozada.
Su hermana rítmica, a los parches, los platos y el doble pedal, rompe los moldes, transformándolos en secciones escrutadoras del arte percusivo en su máxima expresión transformadora.
Por último, recomendar la escucha del disco «Pathos» (Compasión fortalecida del ánimo), de 2023, que formará junto al redondo «Logos» (La razón de la palabra), de aparición anunciada en 2025, la trilogía de Litost dedicada al pensamiento aristotélico.
Coda: un disco renovador de actitud cualitativa perfeccionada.
Nota: 8.
Autor: Deader.
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